MADRID - El aventurero leonés ha casado sus deseos de aventura con nuevas experiencias con la televisión. En 2017 cumplirá diez años de colaboración con Cuatro. En esta cadena, ha realizado diferentes tipos de programas: Desafío extremo, Planeta Calleja o Volando voy. A través de las imágenes se le ha visto conseguir retos de riesgo, programas con personajes famosos de todo tipo o yendo a parajes recónditos del Estado para mostrar cómo viven habitantes alejados de las urbes. A bordo de su helicóptero Robinson 44, no solo quiere mostrar cómo viven y cómo son determinados lugares, también quiere ser solidario con los problemas que tienen y tenderles una mano.
Una etapa más de ‘Volando voy’, ¿habrá novedades?
-Yo diría que es un programa nuevo, seguimos yendo a lugares extraordinarios, estando con su gente, pero queremos también ayudarles en una gran necesidad que tengan. Hay pueblos donde no les llega la energía eléctrica para poder iluminar un parque. Hemos conseguido que esa zona tenga luz con energías renovables.
Parece increíble en los tiempos que vivimos.
-¿Qué diría usted si le digo que hay lugares donde nunca ha entrado el teléfono móvil ni internet?
¿Sin móvil y sin internet? Que muchos no seríamos capaces de sobrevivir.
-Ja, ja, ja? Es cierto. Son zonas aisladas y rurales. No solo les llevamos el móvil e internet, también se les enseña a utilizarlos con las novedades más destacadas que hay ahora mismo. Este es el espíritu de la nueva temporada de Volando voy, cada programa tiene como misión resolver un gran problemas y ya se sabe: A grandes problemas, grandes soluciones.
¿Reconocen las compañías de telecomunicaciones que existe aún aislamiento tecnológico en algunos lugares?
-Hablamos con el consejero delegado de una de las principales compañías que hay en España, y le parecía imposible porque ellos aseguran que llegan al 100% en todos los lados. Vino con nosotros y comprobó in situ que era cierto lo que le contamos.
Y problema solucionado, ¿no?
-Sí, le dio tanta rabia lo que estaba viendo, que se ha metido en esos valles ocultos a la red un internet que aún no funciona en la ciudades, un 4G experimental. Han pasado de la nada al todo. Para que se pueda ver lo que hay por zonas que parecen estar fuera de nuestro mundo y evitar que desaparezcan, llevamos a los youtubers más importantes de España.
Quizá los habitantes de esos valles ocultos eran más felices sin estar conectados a la red.
-La felicidad es un todo y no puedes escapar de lo que ocurre. Las redes sociales son el mayor fenómeno de los últimos tiempos. La gente aislada de esos pueblos tiene el mismo derecho a tener esas tecnologías que tenemos nosotros en las ciudades?
A veces el exceso de tecnología está perturbando la tranquilidad y el sosiego.
-Está muy bien eso que dice usted y suena hasta bonito. Desde la ciudad podemos tener un concepto muy romántico de la tranquilidad y decimos que al estar aislados son más felices, vamos por allí y respiramos tranquilidad durante unos días, todo muy bien. Pero mírelo desde otro punto de vista y piense que en estos lugares no pueden llamarse por teléfono, que estar comunicados puede resolver problemas, no pueden mandar un mail?
Supongo que tendrán algún tipo de comunicación con el exterior.
-Sí, pero no las que estamos utilizando la mayoría. El correo electrónico es la correspondencia del siglo XXI.
¿Cuál es la pretensión de programa?
-Dar a conocer lugares impresionantes, hablar con sus gentes, ayudar en lo posible. Es un programa que nos dejará con la boca abierta, nos emocionará, nos hará llorar y nos moriremos de la risa.
¿Un programa sin famosos?
-Es un programa de la gente sencilla, de la gente de verdad, de la gente que menos interesa a la gente. Es la antítesis de Planeta Calleja, un programa en el que colocas a un famoso en una situación complicada en un punto concreto del Planeta.
¿Ha conectado bien con todos los famosos que se ha llevado de aventuras en ‘Planeta Calleja’?
-Mucho. Tú convives con ellos durante las 24 horas del día. Cuando los entrevistas en un plató puede ser una entrevista concisa, estudiada. En Planeta Calleja las conversaciones son más sinceras y las respuestas más de verdad. No es una entrevista pactada, es una realidad que se vive.
¿Cómo se comportan los políticos en situaciones complicadas?
-Ellos siempre son políticamente correctos, saben que hay una cámara grabando; pero el roce y la convivencia hacen que se olviden del Congreso de los diputados, de las tertulias y de la forma de hablar y expresarse que tienen en esos sitios. Están en unos lugares diferentes, relajados, están viendo el mundo, paisajes que les van a fascinar, son más humanos, más personas, más normales en sus respuestas. En este programa pueden llegar a ser menos correctos. Las respuestas que dan son muy de verdad.
Vamos que donde fingen es cuando ejercen sus compromisos políticos.
-¿Fingir? No, son diferentes, no están tan presionados y responden de otra forma. Muestran facetas que desconocemos, eso no quiere decir que en otras circunstancias estén fingiendo.
¿Le ha sorprendido alguno de los famosos?
-Todos. Yo a algunos les veía lejanos, pero de cerca pierdes esa perspectiva y se aproximan con naturalidad. En ocasiones te sorprenden cuando se abren más de lo que se esperaba. Cada personaje de los que han pasado por Planeta Calleja tiene su historia.
¿Ha dejado las aventuras de riesgo extremos?
-Me gusta experimentar cosas nuevas. Ir acompañado de personas que son muy urbanitas a lugares que nada tienen que ver con la gran ciudad, tiene su punto de emoción. Hacer Volando hoy y mostrar un catálogo impresionante de lugares que no han sido descubiertos por la mayoría es un placer. Además, la tecnología que utilizamos para obtener las imágenes está totalmente renovada y los espectadores van a alucinar con las imágenes.
Imposible ver a un Jesús Calleja quieto y reposado.
-No mientras pueda. Me gusta la aventura y eso es incompatible con ciertas cosas, pero sé relajarme y estar tranquilo, lo que ocurre es que lo hago de otra forma. Disfruto mucho con lo que muestro a los espectadores en Volando voy o Planeta Calleja.