MADRID. Un gorro que incorpora tecnología vibratoria para avisar al nadador invidente del momento exacto en el que se acerca a la pared para que pueda ejecutar el viraje es la primera gran innovación de la natación paralímpica desde los primeros JJOO de este tipo disputados en Roma en 1960.

Cuenta con un dispositivo colocado en la nuca y conectado por "bluetooth" al teléfono móvil o al reloj inteligente del entrenador quien desde allí puede enviar una señal al gorro para que vibre y avisar así al nadador ciego de la proximidad de la pared.

El nuevo sistema, bautizado como "Blind Cap", ha sido desarrollado en España por Samsung Electronics y la agencia Cheil España con la colaboración del Comité Paralímpico Español, es compatible con dispositivos que emplean el sistema operativo Android y también es capaz de almacenar datos e información de los entrenamientos, así como analizar los progresos en las series.

Aunque todavía se encuentra en fase de pruebas y no estará homologado a tiempo para los Juegos Paralímpicos que se celebrarán del 7 al 18 de septiembre en Río de Janeiro, el gorro ya ha sido probado por el nadador Israel Oliver, que fue medalla de plata y también de bronce en Atenas 2004 y que ha cosechado también oro, plata y bronce en los campeonatos europeos de Eindhoven 2014, Glasgow 2015 y Funchal 2016.

Su entrenador y actual director técnico de natación de la Federación Española de Deporte para Ciegos, José Luis Vaquero, ha explicado a Efe que "estuvimos ensayando en los entrenamientos durante una hora tanto con el sistema tradicional como con este dispositivo y las sensaciones fueron buenas".

El sistema tradicional, empleado desde hace 56 años, consiste en que el entrenador golpea al nadador con un palo de punta acolchada en la cabeza o en el cuerpo para avisarle unas brazadas antes de que llegue a la pared y evitar la colisión con ella.

Como alternativa, Vaquero emplea para los entrenamientos unas tiras de plástico de burbujas cuyo tacto alerta al nadador de la proximidad con el borde de la piscina, pero este método tampoco está homologado ni siquiera a nivel nacional.

Por ello considera el gorro vibrador como "una gran idea, de la que se ha dado el primer paso" para desarrollarla, aunque el prototipo, que todavía no ha sido comercializado, precisa mejoras.

Con el diseño actual el nadador no alcanzaría su rendimiento máximo dado que "iría más pendiente de la vibración que de la competición" por lo que "necesitamos un sistema automático" para que el nadador ciego pueda ser realmente independiente.

Es una opinión en la que se muestra de acuerdo el director de comunicación del Comité Paralímpico Español, Luis Leardy, que prevé "un futuro sistema de balizado de toda la piscina para que el nadador no dependa del entrenador" por primera vez en la historia de este deporte.

Leardy ha indicado a Efe que los banderines de señalización se encargarían de emitir las señales que recibiría el gorro, aunque todo el sistema debería recibir el visto bueno del Comité Paralímpico Internacional, órgano encargado de la reglamentación, para poder desarrollarse formalmente.

Esta independencia evitaría además posibles trampas porque "igual que el entrenador le da la señal para saber que está cerca de la pared, también podría proporcionar otro tipo de avisos que dieran ventaja a su pupilo sobre otros competidores", ha explicado.

Leardy, que se ha mostrado optimista sobre el desarrollo de esta tecnología, ha pronosticado en todo caso que la homologación será un "proceso largo, que tendrá que ir por el camino de conseguir que el ciego sea verdaderamente autónomo".