gasteiz - Aunque dice que no sabe dónde vive realmente, Bárbara Goenaga está más afincada en Donostia que en Madrid. Está a punto de dar a luz a su segundo hijo, pero su embarazo no le ha impedido participar en la serie del primer canal de Euskal Telebista. Ha vuelto a la cadena que la vio nacer como actriz siendo una niña, cuando participaba en la serie Goenkale, y dice que se ha sentido como en casa, que ha escuchado las mismas voces en el plató y se ha reencontrado con personas con las que trabajó hace muchos años.

Hablemos de su personaje.

-Es muy divertido, se llama Itxaso, una chica que se va a Nueva York a trabajar como broker en finanzas en una firma muy gorda. Ella es de Mutriku, pero lleva muchos años fuera, ha vuelto y vive allí.

¿Por qué vuelve a Mutriku?

-No se sabe bien por qué, pero un día vuelve a su pueblito. Llega con su maleta, otro look y muchas historias.

¿Es la primera serie que hace para ETB después de ‘Goenkale’? ¿Qué tal se ha sentido?

-Sí, esta es la primera. No soy consciente de que esté haciendo este trabajo para ETB porque haya diferencias con otras cadenas, se trabaja muy bien aquí. Me doy cuenta de que estoy en casa, de que trabajo con un equipo en el que conozco mucha gente.

¿Por qué no ha trabajado más con Euskal Telebista?

-No lo sé. Yo por mí habría hecho veinte mil series más aquí, pero no me han llamado, no ha habido momento. Estoy encantada de haber vuelto a Euskal Telebista; yo empecé aquí.

Creo recordar que era usted la que quería irse a Madrid y poner tierra de por medio con la fama que le dio ‘Goenkale’...

-Hace ya diecisiete años que me fui a Madrid, pero fue porque vivía más allí que aquí. Pero trabajaba en todas partes menos en Madrid. Allí se cuece todo pero luego los rodajes se hacen en muchos otros sitios.

¿Afincada en la CAV o sigue enganchada a Madrid?

-No sé dónde vivo. Voy y vengo todo el rato. Evidentemente, estoy mucho más aquí, mi hijo va al colegio aquí. Estoy más afincada en la CAV. Me muevo mucho y, por suerte, Madrid está bastante cerca y voy mucho.

¿No descansa con el embarazo?

-Hasta los ocho meses, que los he cumplido ahora, no he parado ni un momento. Estoy encantada porque este tiempo se me ha pasado volando.

¿Tiene ya nombre para la criatura?

-No. La verdad que no, no tenemos nombre; hay varios, pero ninguno elegido. Si tuviéramos uno, ya lo habría dicho. Debe ser la tranquilidad del segundo niño, supongo, ya se llamará de alguna manera.

¿Discusiones por el nombre?

-No mucho, pero a lo mejor discutimos más por esas chorradas que por otras. Pero no es motivo de grandes discusiones; cuando nazca, a mediados de febrero, ya veremos.

Está a punto de dar a luz, pero ¿tiene algún proyecto más?

-Tengo estrenos y tengo muchas ganas de que se hagan. Hay proyectos que no están cerrados, hay proyectos que rodaré después del embarazo y son proyectos de los que ahora mismo no se puede hablar.

¿Le van a esperar a que tenga el niño?

-Estoy a la espera del estreno de Gernika y de La punta del iceberg, con Maribel Verdú. Esta última se estrenará para últimos de abril. Después de dar a luz, en un mes, me pongo operativa. No pienso parar.

¿Qué va a hacer con el niño?

-Me lo llevaré a todas partes, a los rodajes y a donde me dejen llevarlo. Ya te digo, no me tomo descanso, un mes y a trabajar.

¿Hay posibilidades para una segunda parte de ‘Eskamak kentzen’?

-Hay que esperar a la audiencia, ya veremos a partir de febrero, que es cuando parece que se estrena. Todo el mundo quiere una segunda parte, así que, ojalá. Es un proyecto que me encanta. Es una serie diferente, está cuidada y creo que sirve para dar un nuevo impulso de ficción a ETB. Es una serie divertida, vuelvo a insistir, cuenta una historia de aquí, la última escabechera, pero también todos los entresijos de los personajes.