Karlos Arguiñano hizo ayer un menú por el 25 aniversario de Antena 3. Ella fue la primera de las cadenas privadas (habrá que esperar a que Telecinco haga lo propio en el mes de marzo). Supongo que puede ser un buen momento para plantear la cuestión de si tenemos la televisión que nos merecemos. Sobre todo pensando que hace más de un cuarto de siglo el Gobierno socialista hizo un concurso con el fin de abrir al mercado el negocio de la televisión; privatizando una señal que hasta entonces aquí había sido un sistema público. Luego el tema se amplió con Cuatro y La Sexta y TVE pasó a no cobrar la publicidad. Visto el tema en perspectiva se podrían hacer muchas valoraciones. Pero la pregunta que cabría hacer es si Antena 3 y Telencinco (Atresmedia y Mediaset) realizan la televisión que nos merecemos. O dicho de otra manera: si con las perspectiva del tiempo estos dos grupos se merecen estar al frente de esta concesión. Y es que es importante pensar que a diferencia de los medios impresos donde el mercado el libre, las concesiones de radio y televisión siempre han dependido de la elección del gobierno de turno y quizás no estaría demás que la responsabilidad también sea fiscalizada por él. Todos tenemos derecho a escribir en las redes sociales, a montar un periódico o una publicación pero ojo que para poner en marcha una tele se necesita un permiso especial. No hay más que ver el nuevo Real Decreto de la TDT que deja en 8 los canales y cinco les han vuelto a corresponder a las mismas plataformas privadas. El pasado lunes Esperanza Aguirre fue una de las invitadas a analizar los resultados de las elecciones griegas y les echó la bronca: “cumplen ustedes 25 años, y a ver si nos damos cuenta de lo que estamos haciendo”. Se refería a la cancha que le están dando a Podemos y añadió que se lo iba a decir al jefe del grupo, el mismísimo Lara. Veinticinco años y qué poco hemos aprendido en algunos aspectos con esta manera de hacer televisión.