madrid - Comenzó su carrera profesional en Aquí no hay quien viva. Cuando la serie terminó su trayectoria en Antena 3, una ficción, también basada en las relaciones entre vecinos, se estrenó en Telecinco. La que se avecina es una comedia que lleva las situaciones al límite y donde la relación entre los habitantes de Montepinar es delirante. Raquel Villanueva, su personaje, participa también en las locuras de comunidad y va a tener mucho protagonismo en el capítulo que se emite hoy, el número cien.

Siete años y medio en la misma serie tiene que ser alucinante, ¿no?

-Tal y como están las cosas lo es. Pero los espectadores nos siguen esperando temporada tras temporada y para eso estamos nosotros.

Cien capítulos es un buen premio.

-El capítulo cien va a ser una pasada. Espero que guste porque va a sorprender.

¿Se van a llevar todos bien, no va a haber líos y van a ser ustedes todos normales?

-Creo que nada de eso, más bien lo contrario, más locos todos que nunca. Hay que sentarse a verlo, va a merecer la pena.

Vivir en una comunidad como la de Montepinar es de locos.

-A todo se acostumbra una, solo se resiste si esa convivencia es televisiva y luego te vas a tu casa y respiras tranquilidad.

¿Se imagina algo parecido en la vida real?

-No, prefiero no hacerlo, ¡vaya pesadilla! Pero todos los personajes tienen un punto entrañable, ¿no te parece?

¿Estar locos es entrañable ahora?

-No, pero hacer reír a la gente sí.

¿Tanto tiempo en una serie no le impide aprovechar otras oportunidades?

-Afortunadamente, en la productora nos dan ciertos márgenes. Si tienes cine o teatro, nos dejan compaginarlo. Para la serie también es mejor porque si crecemos fuera, también se beneficia La que se avecina; a la vuelta siempre encaras a tu personaje con otro punto de vista y otro recorrido.

¿Qué busca usted fuera de la serie?

-Quizá otro tipo de personajes diferentes y otros géneros, aunque estoy encantada de hacer comedia en televisión.

¿Cuánto tiempo lleva en esta profesión?

-Me marché de Alicante con 17 años, y empecé en el mundo de la moda, pero al final la vida me fue colocando en mi camino. Llevo como actriz trece o catorce años. Antes de estar en Aquí no hay quien viva, hice algún cameo en otras series. Cuando hice el trabajo en esta serie, me di cuenta que había descubierto mi verdadera vocación y pasión y me dispuse a prepararme y a luchar por ello, me puse las pilas y hasta aquí he llegado.

¿Más difícil el mundo de la moda que el de la interpretación?

-Son mundo que parecen distintos pero luego tienen cosas en común. Difícil es todo, y en las dos profesiones por el camino te encuentras a mucha gente con gran talento; supongo que pasa en todos los gremios. Hay gente con talento que nunca ha tenido la oportunidad de poder dar a conocer a su trabajo y su valía.

No ha sido su caso, ¿no?

-Afortunadamente, por delante de mí pasó un tren y me subí a él en marcha. Se me dio una oportunidad y la cogí; he intentado aprovecharla porque he tenido que trabajar muy duro para estar a la altura de las circunstancias y del nivel de muchos compañeros.

¿Más segura la interpretación que la moda?

-Ja, ja, ja? Seguro no hay nada en estos momentos. En el mundo de la moda también se interpreta. Haces un papel, posas con una ropa que te inspira algo y en eso se basan las poses o un movimiento. Tengo treinta y seis años y soy lo que soy por todo lo que he vivido. Todo lo que me dio la moda lo he incorporado al mundo de la interpretación. Las cosas pasan por algo siempre y mi recorrido posando me ha llevado a la interpretación, a ser actriz y a descubrir que este es mi sitio.

¿Está teniendo mucha suerte?

-Estoy trabajando mucho para que eso que tú dices suerte se mantenga. Creo que sí hay algo de suerte, también hay mucho esfuerzo por mi parte, pero creo que como en todos los actores que estamos hoy trabajando.

Los actores, sobre todo los televisivos, están muy expuestos y son carne de cañón en la prensa rosa y en el mundo de la rumorología. ¿Cómo lo lleva usted?

-Cuando te dedicas a una profesión como es esta, entiendes que en un momento dado puede llegar a interesar tu vida privada.

Es muy comprensiva, a muchos colegas suyos les molesta mucho.

-Te cuelas en las casas de las personas día sí y día también, te ven a todas horas, fíjate la de repeticiones que se hacen. Puedes crear un punto de interés, la gente viene y te pide un autógrafo; tienes que dárselo, forma parte de mi trabajo.

¿No le molesta que toda su vida se airee?

-Lo acepto, lo asumo, sé que va con la profesión y es cierto que en ocasiones resulta extraño que tu vida la conozca todo el mundo. Afortunadamente, la prensa me ha respetado mucho y yo a ellos. Tengo paparazzis en la puerta de mi casa.

¿Y qué buscan?

-Ja, ja, ja? No lo sé, pero entiendo que estén ahí, es su trabajo y vives con ello. Eso no significa que haya días que te pueda molestar o que no quieres que te sigan. Pero, en fin, soy una persona positiva que sabe que por un tiempo va a convivir con esa situación y hay cosas más importantes en la vida. Me siguen, pues que lo hagan, ellos también están trabajando.

Está usted estupenda y ahora no me diga que es cuestión de genética, ¿se cuida mucho? ¿es esclava de su imagen?

-Cuidarme es un modo de vida y es algo que valoro mucho. He tenido una temporada de mucho trabajo y si no me cuidara no tendría la energía que tengo. Soy de las que piensa que soy lo que como. Me cuido más por una cuestión de forma de vida que por querer estar más o menos delgada.

Dicen que es una de las actrices más atractivas de la serie, así que los cuidados dan sus frutos.

-Estar atractiva o delgada es la consecuencia de cómo te cuidas, no es el objetivo final.