WASHINGTON. Los planes de Google pasan por construir cientos de nuevos coches que se manejen por sí solos, sin volante ni pedales, simplemente un botón para avanzar y otro para detenerse. Hasta la fecha, la empresa ha modificado vehículos ya fabricados para desarrollar su tecnología y ahora pretende hacer frente a todo el proceso de producción.

"Estamos muy emocionados por este vehículo, es algo que nos permitirá ir hacia adelante en la tecnología de conducción automática y entender las limitaciones", ha afirmado Chris Urmson, director del proyecto, en unas declaraciones publicadas por la cadena británica BBC.

El coche tendrá capacidad para dos personas, será eléctrico y contará con una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora para ayudar a garantizar la seguridad. Esta es la idea de Google para "mejorar la vida de las personas, transformando su manera de trasladarse".

Según ha explicado la compañía, el vehículo utiliza una combinación de sensores láser y de radar, así como una cámara para conducir de manera autónoma. Por su parte, se elaborarán mapas de Google pensados específicamente para el programa que lleva integrado el coche y que está siendo probado en los primeros prototipos.

La compañía tecnológica se ha marcado un plazo de un año para intentar que estos vehículos estén en las carreteras estadounidenses, tal y como ha matizado Urmson, que habla de una flota de unos 200 coches para este primer intento de revolucionar el transporte.