La TDT ha resultado ser una chapuza. Primero porque cerraron nueve canales otorgados a dedo (o llamémosle corrupción grosera). Después, porque quedan otros ocho por cerrar, lo que dejaría el abanico en una ridícula oferta de siete canales. Luego resulta que el sistema se comparte con el de la telefonía móvil y esto crea multitud de interferencias. Ahora parece que se va intentar modificar esto, pero como consecuencia, millón y medio de comunidades tendrán que adaptar sus antenas ya que los equipos y las antenas receptoras de TDT están diseñados para recibir frecuencias en una banda comprendida (entre 470 MHz y 862MHz) que es la franja de la telefonía móvil. Esta cercanía podría hacer que cuando alguien utilice el sistema 4 G en el teléfono se quede sin señal en la televisión o que cuando vea la televisión no tenga acceso a Internet. Por otra parte, queda pendiente para el futuro si saldrá a concurso o no el hueco dejado por los canales cerrados y los que están por cerrar. Vamos, que el futuro de la TDT tiene más incertidumbres que la final de El conquistador del fin del mundo. Una final en la que se ha vuelto a reunir a las dos hermanas gemelas de Olite Sheila e Irene Muruzábal y en la que la frase incógnita "el que gane puede tener pie y medio en la final" había sido un misterio entre los concursantes que todavía quedan y que repite insistentemente Julián Iantzi. Una final que puede contar con tres mujeres, si Sheila se deshace en la prueba pendiente de Eneko. Algo por cierto que Arias Cañete interpretaría a su manera como hizo tras su refriega televisiva en el que le enfrentó a Elena Valenciano. Un ridículo debate a dos bandas que fue la cuarta opción preferida por los espectadores. Algunos dirán que Europa no interesa. Lo cierto es que a estas alturas, las encuestas hablan de que hay muchos candidatos del PP y PSOE que tienen pie y medio fuera de Europa.