BERLÍN. "A veces hay madres que tienen mucha leche, y a veces otras que tienen muy poca", explicaba Tanja, de 37 años, recientemente al diario alemán "Süddeutsche Zeitung".

Por ese motivo decidió abrir a finales de enero el portal "Muttermilch Börse", donde las mujeres que desean ofrecer su leche materna publican sus anuncios, especificando características como las enfermedades que padecen, el consumo de cafeína, alcohol o drogas.

En pocas semanas ya son más de cincuenta las madres que han colgado su oferta, con un precio medio para los 100 mililitros que ronda los cinco euros.

En Alemania existen bancos de leche materna dentro del sistema de salud, pero sólo están disponibles para bebés prematuros gravemente enfermos.

Los promotores de esta iniciativa, que ya existe en Estados Unidos y Canadá, la defienden alegando la importancia del aporte inmunitario y vitamínico de esta sustancia: "La leche materna es lo mejor para los niños", afirma Tanja Müller.

El colectivo médico y los expertos ya han advertido sobre esta práctica por los riesgos que puede conllevar para el bebe, ya que la información médica que aportan las mujeres en los anuncios es voluntaria y no está contrastada.

"Las donantes pueden tomar medicamentos o drogas, tener enfermedades infecciosas como el sida o la hepatitis. Ninguna madre puede controlar si la leche materna donada es inofensiva", alerta el presidente de la Asociación Federal de médicos para la Infancia y la Adolescencia, Wolfram Hartmann, en declaraciones al portal de noticias económicas "Gründerszene".

Una opinión con la que coincide Christoph Bührer, del departamento de neonatología del Hospital universitario Charité de Berlín: "En los bancos de leche materna las mujeres son examinadas como donantes de sangre, por lo que la leche es segura y se puede dar a los bebés prematuros", asegura.