vitoria. A punto de cumplir tres años en este proyecto, Ramón Ibarra firmaría sin dudar por seguir hasta el capítulo 1.000 -acaban de pasar el 600-. De momento, en la ficción se le avecina "una catástrofe".
Ya se han descubierto muchos 'secretos' en Puente Viejo. ¿Quedan más?
Mucho no puedo contar porque ni los actores sabemos lo que va a ocurrir, pero sí sé que Raimundo otra vez va a estar dándole vueltas al amor y que la familia Ulloa va a sufrir un serio descalabro.
¿Qué va a pasar con Alfonsito?
Ja, ja, ja... Puedo decir que va a acabar a buen recaudo.
Los Ulloa no han sido siempre buenas personas...
No, qué va, se explica en un libro. Mi personaje es alguien extraño entre los suyos. Eran unos terratenientes que asolaban la zona y más que trabajadores tenían siervos de la gleba, practicaban el feudalismo. Sus antecesores no eran gente muy maja, pero la curiosidad por el conocimiento, la necesidad de leer y las ganas de disfrutar de la vida parece que llevaron a Raimundo por otros derroteros.
¿Está contento con cómo le han dibujado los guionistas?
Unas veces más y otras menos. El reto de incorporar cosas que nos cuestan o no nos gustan es nuestro trabajo. En una serie como esta los personajes no son dueños de sí mismos, dependen mucho de las tramas y de lo que suceda con el resto. Es una red tupida de desengaños, odios y amores. Esto no se trabaja como un personaje de teatro o de cine.
¿Se puede hablar de un personaje barojiano por su carácter de librepensador, progresista, ateo...?
Es cierto que una parte de los guionistas al principio tenían como referente a la Generación del 98, pero los personajes de Baroja tienen matices más oscuros o más alocados. Sin embargo, es verdad que tanto el lenguaje como el entorno de la novela tiene ese tono de principios del siglo XX y lógicamente Emilia Pardo Bazán y Pío Baroja están por ahí pululando.
¿Cómo puede ser Raimundo tan amigo de don Anselmo, el cura?
¿Con quién va a hablar el pobre Raimundo de las cosas importantes?, aunque en aquella época esto sería inconcebible. Uno cree que va a ir al cielo y el otro sabe que no; uno ha pasado por la universidad de la vida y otro por la de la lectura, y eso al final te acerca. Y luego que en Madrid somos vecinos...
¿Quién tuvo la culpa de su ruptura con Francisca?
Básicamente los Ulloa. El padre de Raimundo le dijo que si se casaba con esa mujer, conseguiría que los Montenegro acabaran limpiando sus cochiqueras y él no quiere que su padre destroce la vida de esa familia. El origen de que Francisca sea una mala persona es el desamor, pero eso no le sienta bien a mi personaje.
¿Qué sentimiento tiene o va a tener en el futuro por ella, porque ahora mismo no hay mucha relación?
Después de habernos intentado matar varias veces a lo largo del último año, estamos empatados pero me huele a mí que va a haber una buena aproximación en breve, siempre con complicaciones, claro.
La audiencia es de un romanticismo incurable y espera que se reconcilien y tal vez algo más...
Raimundo se merece encontrar el amor pero...
Podría ser con alguien que no hubiera intentado matarle ...y también a su amigo León.
Eso no se lo voy a perdonar, como tampoco que indujese a la muerte a Pepa o que me haya querido matar dos veces.
Si le dicen en febrero de 2011 que dos años y medio después, con más de 600 capítulos, la serie iba a seguir sumando audiencia...
No me lo hubiese creído, aunque desde que leí los guiones vi que tenía muy buena pinta. Ahora se está sumando una audiencia más joven, de entre 30 y 45 años, que nos está sorprendiendo.
Si depende de usted, ¿se apunta al capítulo 1.000?
¿Yo? Sí hombre, sí. Sin problemas, aunque la distancia de la familia se hace dura a pesar de que voy a casa todos los fines de semana que puedo.
¿Este éxito tiene algún 'secreto'?
Son personajes en los que se da en el clavo, tramas que funcionan bien y unos equipos acertados en torno a la historia. Tiene ese aire de serie antigua, con un lenguaje propio, que recoge las claves del folletín donde las emociones viajan en ascensor para arriba y para abajo y eso gusta.
Y están plantándole cara a un rival que parecía imbatible. Ya sabe...
Si hay algo de lo que podemos estar orgullosos los componentes de esta serie es de que hemos conseguido combatir con ficción la estridencia, el grito y la parte más oscura de la televisión. Contando historias hemos logrado darle una patada a la estupidez y al griterío, y eso me alegra.
¿Es su primera serie de emisión diaria?
Uffff, hice Benta Berri para ETB-1 pero ya ni me acuerdo cuándo era y el ritmo de trabajo no tenía nada que ver. Era media hora de emisión y El secreto está planteado para cincuenta minutos diarios. Es el doble de trabajo y de esfuerzo, pero somos unos privilegiados.
Para incorporarse a 'Puente Viejo' tuvo que renunciar a interpretar a Juan Mari Bandrés en la 'tv movie' 'El precio de la libertad'.
Así es, me dio mucha rabia porque me parece un personaje clave en la historia de Euskadi y estaba muy bien concebido en esa producción.
¿Al principio el ritmo de trabajo le pareció muy apabullante?
No es que me pareciese, es que lo era. Ahora mi personaje está en un momento valle, a la espera de lo que se le viene encima; pero el primer año y medio fue muy duro para todos: trabajar, ir a casa a estudiar y el fin de semana precocinar las escenas.
¡Vaya!, ¿qué se le viene encima?
Ja,ja,ja, muy bien pillado... Pues se le viene encima una catástrofe y va a tener que demostrar que es capaz de superar la peor situación que una persona se puede imaginar.
¿Le reconocen mucho por la calle?
Ahora menos pero era muy divertido porque había señoras que se metían a guionistas y me explicaban qué tenía que hacer: "Dile esto a Francisca de mi parte" o "¿Cómo puedes ser tan bueno? ¿No te das cuenta de que te la está jugando?".
¿Cómo está el sector audiovisual?
Desde mis inicios en Karraka en los años 80 nunca ha habido una situación peor que la actual, es absolutamente desesperante.
¿Qué es lo que está peor?
No lo sé: la industria cinematográfica está devastada, la televisión está en mínimos y el teatro nunca volverá a ser como lo hemos conocido.
¿Y todo esto por la subida del IVA?
No, fue una puntilla más. La cultura no se puede ejercer si la Administración no quiere... y está claro que no quiere.