BILBAO. La red de distribuidores de Volvo ha comenzado ya a entregar las primeras unidades de la nueva generación de su serie 60. Componen esta clase media de sueca la berlina S60, su complemento familiar V60 y la creación crossover XC60. Son tres productos con raíces comunes pero desarrollos diametralmente opuestos para satisfacer públicos y necesidades diferentes. Después de tres años en activo, el constructor nórdico siente la necesidad de afrontar una renovación generalizada de imagen y de contenidos. Hay un Volvo S60 a partir de 28.800 euros y un V60 desde 30.450.
La remesa actual restaura la fachada, modernizando la arquitectura interior y suministrando sofisticadas dotaciones. Volvo les pone buena cara a los tres. Cada uno de ellos adapta a su manera el nuevo estilo, que se plasma sobre todo en el frontal y en la ambientación.
El semblante recién estrenado, aún más fotogénico y sugestivo, confirma que el diseño anterior ya había dado bastante de sí. La incorporación de una distribución de elementos algo diferente confiere al conjunto una expresividad y un dinamismo superiores. Los estilistas eligen una parrilla más amplia, que ahora va desprovista de marco y presidida por un emblema de la firma de mayor tamaño. Los grupos ópticos, que incluyen iluminación diurna, aparecen algo más centrados. Elementos como los escapes (doble o único) y las llantas varían en función del modelo y la versión.
La atmósfera del habitáculo intensifica la acogedora y sobria elegancia propia de las creaciones escandinavas. Aparecen nuevas combinaciones cromáticas y de materiales nobles (maderas, cromados, telas y cuero) y se reubican parte de los controles, los difusores de aire y los mandos de luces. La instrumentación contiene un gran cuadro tras el volante, además de una pantalla TFT central semejante a la estrenada por el V40.
El apartado de complementos sugiere un asiento de estructura deportiva especialmente diseñado por los ingenieros suecos. También oferta el Sensus Connected Touch, sofisticado sistema que permite la conectividad a internet a bordo utilizando la pantalla táctil del coche, una red WiFi de utilización compartida por todos los ocupantes, control activo de cambio de luces, etc. Volvo propone, además, los conocidos sistemas de protección City Safety de frenado autónomo, el de detección de peatones, el de control por radar de los ángulos muertos del coche y un práctico dispositivo que alerta del tráfico circundante al salir a ciegas de un estacionamiento en batería.
El S60 y su alter ego V60 de complexión coupé-familiar despliegan un abanico motriz formado por ocho integrantes. Son cuatro unidades de gasolina -los T3, T4, T5 y T6 de 150, 180, 241 y 304 CV- y otras tantas gasóleo -D2, D3, D4 y D5, con 114, 136 CV, 163 CV y 215 CV-. El esfuerzo de los técnicos se ha centrado en contener consumos y emisiones en toda la gama de motores. El mejor resultado lo brinda el propulsor diésel más modesto, el D2 de cuatro cilindros, que asociado a caja de cambios manual baja el promedio de gasto ideal a 4,0 litros; ello supone un volumen mínimo de dióxido de carbono de 106 g/km.