Vitoria. Tres localidades vizcainas, tres guipuzcoanas, tres navarras, otras tres de Iparralde y dos alavesas forman la primera tanda de Bizirik, que no se limitará a mostrar paisajes sino que hablará con quienes "construyen pueblo" y desvelará costumbres y peculiaridades.

Es un programa 'dual', como 'Bi Errepidean', porque en cada entrega visita dos pueblos. ¿Tienen algo que ver entre sí?

A simple vista son diferentes pero después se ve que en el fondo tienen muchos factores en común. Inicialmente hemos buscado los contrates y, por ejemplo, hemos juntado un pueblo de Lapurdi con uno de la Rioja Alavesa. Puede parecer curioso y en esto consiste el programa.

¿Va a recorrer Euskadi de arriba a abajo?

Sí, los siete territorios, y de hecho es una de las cosas que más me gustaron de Bizirik cuando me lo ofrecieron: la idea de poder conocer muchos pueblos, es lo bonito de este trabajo. Además tengo que decir que nos han recibido con los brazos abiertos y nos han dejado entrar hasta la cocina.

¿Cuántas entregas va a tener esta primera etapa?

Siete, pero el reto es enseñar todos los pueblos de Euskal Herria de menos de 1.000 habitantes. Son localidades a las que en muchos casos nunca ha llegado la tele, algunos nos han dicho que las cámaras solo van allí cuando nieva. Hay muchos rincones y mucha gente por descubrir, a ver si los sacamos todos poco a poco.

¿Usted ha participado en la elección de pueblos?

No, y como anécdota tengo que contar que yo soy de un pueblo de Navarra muy pequeño, Arribe, de 120 habitantes; y justo en la lista de esta primera tanda está Betelu, el pueblo pegado al mío. ¡A ver si en la siguiente etapa...!

¡Esa es otra de sus dualidades! Usted es 'guipuzcoano navarro'...

(Ja,ja,ja) Siempre digo que soy navarro y que por accidente nací en Gipuzkoa, concretamente en Ibarra; y a los cuatro meses mis padres se fueron a vivir a Navarra.

¿Los espectadores de 'Bizirik' se van a dar cuenta de que no todos somos urbanitas?

Claro, esa es la gracia. Además ahora la gente está volviendo a los pueblos, como el hijo pródigo; seguramente porque les ofrecen cosas que no les da la ciudad: la tranquilidad, sentirse en familia,... Es una de las cosas que dejará claras el programa: ser pequeño tiene dificultades, pero también muchas ventajas. También quiere ser un homenaje a todas aquellas personas que construyen pueblo, los que meten horas para conseguir, por ejemplo, que en Lapuebla de Labarca se haga el Olentzero o que se ponga en marcha una ikastola. Hemos intentado alejarnos de las figuras institucionales y acercarnos a la gente. Si el programa se llama Bizirik es porque queremos enseñar que estos pueblos tienen vida y luchan por seguir teniéndola.

¿Ha encontrado muchas diferencias entre los pueblos vascos?

Diría que el patrón es más o menos el mismo y hay ciertos factores que se repiten, como la forma de organizarse y algunas costumbres. Después hay características marcadas por la geografía: no es lo mismo un pueblo costero como Elantxobe, que sale en el programa de hoy; que Arano, aunque descubriremos que el nexo de unión es que desde este también se ve el mar. Es el único pueblo navarro del que desde la misma plaza se puede ver el mar. El programa descubrirá muchas curiosidades. No solo habrá entrevistas sobre la historia, también de antropología o gastronomía; es un cóctel perfecto. De cada pueblo hay ocho o nueve entrevistas e intentamos hablar de aspectos diferentes. Tal y como está la gente de presupuesto para este verano, ver Bizirik puede servir para hacer muchos planes y conocer sitios que tenemos muy cerca. Es una invitación a tomarse las cosas con calma, a parar en los sitios y empezar a descubrir rincones que tenemos a pocos kilómetros de casa.

Si le dejaran a ciegas en un pueblo, ¿sabría a qué territorio pertenece?

Los tópicos tienen algo de razón, en el carácter algo se nota; aunque todos somos vascos y hay rasgos que se repiten. Además, hacemos el programa en euskera y cambia la forma de hablar, el euskalki ya marca mucha diferencia. Es una de las riquezas del programa.

¿Está en su salsa haciendo reportajes fuera del estudio?

Sí, reconozco que es mi registro. Es lo que más me gusta de mi trabajo, salir a la calle y hablar con la gente. Para mí, este programa es un caramelo del que espero seguir disfrutando mucho tiempo.

Le han dado más que calle. ¡Le han dado carretera y todo el mapa!

Como en el eguraldi ya estoy acostumbrado a tener el mapa detrás, ahora me toca recorrerlo. Voy a poder poner cara a todos los pueblos que menciono.

¿La gente accede fácilmente a salir en el programa? ¿Dónde son más tímidos los vascos?

Cuando vamos, las ocho o nueve entrevistas ya están atadas pero también intentamos charlar con la gente de la calle. Los más echados para delante somos los navarros, sobre todo los riberos; pero al ser el programa en euskera... Es la espinita que se me queda clavada para la próxima temporada, que haya un pueblo de la Ribera. Me haría especial ilusión.

¿Han aprovechado para preguntarle cómo va a hacer este verano?

Sííí, y también para decirme si acertamos o no en las previsiones de su zona. Hemos visto que hay mucho interés y mucha sabiduría.

Bueno, ¿y cómo va a ser el tiempo?

Precisamente hemos entrevistado a un pastor del Gorbeia y él me dijo: "¡Cuidado este verano con la piedra!". Yo aquí lo dejo, pero que conste que lo dijo él.