Madrid. ¿Cómo se gestó su fichaje por Luna, el misterio de Calenda

Tiene una historia detrás (risas). Globomedia tenía preparado un proyecto que no pudo salir por temas de presupuesto, al cabo de unos meses me dijeron que estaban ultimando otra ficción, leí el primer capítulo y me pareció realmente bueno y la biblia de los personajes me pareció apasionante. Cuando leí los dos primeros episodios de Luna, el misterio de Calenda me quedé enganchada, sobre todo en este momento donde parece que en ficción y televisión está todo inventado.

¿Qué le pareció el primer capítulo de este proyecto?

Impresionante, nos sigue sorprendiendo a pesar de haberlo vivido en primera persona. Cuando ves el trabajo de los demás es muy emocionante.

¿Dónde vio el estreno de la serie?

La que monté en mi casa (risas). Le dije a todo el equipo que se viniera a ver la serie a mi casa y todos dijeron que sí.

¿Tiene miedo a la audiencia del día después de emisión?

Miedo, miedo, no, pero un poco de presión sí. Hacía tiempo que no sentía esto. Es una forma especial de vivir los estrenos porque al día siguiente ves lo que ha pasado, contra quién competías, qué va a ocurrir la semana que viene, ves si hay fútbol o no... ¡Yo me acuerdo de cuando el fútbol era solo los domingos, ahora hay todos los días!

¿Con cuánta antelación pueden saber los actores lo que va a pasar en la serie?

Con nada. Es más, te puedo decir que los propios actores nos quedamos con ganas de saber más cada vez que grabamos un capítulo. Hay episodios que terminan de forma muy inquietante e intrigante. Espero que esa misma sensación la tenga el público en sus casas.

Calenda es un pequeño pueblo rodeado de leyenda, ¿le gustan este tipo de historias?

Me encantan. Creo que contadas de una determinada manera, sin producir obsesión, por supuesto, están muy bien porque son como una especie de tradición que hace que las generaciones se unan.

¿Le ha tocado rodar con lobos?

No, pero me gustaría. Me encantan los lobos, son animales más fieles que algunas personas.

¿Recuerda algún personaje de misterio que le diera especialmente miedo de pequeña?

Hay películas que, aunque parezca mentira, no he podido ver todavía como El Exorcista. Y El Resplandor no te creas que lo he visto hace mucho, pero como estaba haciendo El Orfanato y otras películas de género dije que lo tenía que ver aunque fuera a las diez de la mañana y con la ventana abierta (risas). Sin embargo, sí recuerdo una película que no sé si existe, porque nadie me dice que la conozca, que me dejó marcada de joven. Era de unos bichos que tenían cuerpo de serpiente y un caparazón como de tortuga que cuando mordía a la gente les dejaban sin huesos...

Vuelve a televisión tras hacer cine y teatro convertida en una gran estrella, ¿se ve así?

No. La palabra estrella viene de una época en la que determinadas profesiones, como la de actriz, era inasequible porque no había tanta comunicación, ahora somos más cercanos y de andar por casa.

¿Ha cambiado mucho desde sus primeros trabajos en televisión?

Evolucionas por el trabajo y por la vida en sí. Al principio, por ejemplo, había una rueda de prensa para presentar una serie y estaba atacada, ahora no porque hay otros más jóvenes y más nerviosos y tienes que tranquilizarlos.

Sin embargo, es un valor seguro: conocida, querida, la gente se identifica con usted...

He tenido mucha suerte con los papeles y proyectos que he elegido. Me atraen los personajes complejos, pero cercanos al público, me gusta humanizarlos y que la gente se identifique con ellos. La televisión es muy buena para eso. Además, he dado con directores, guionistas y productores que aman e invierten en televisión.

¿Ha compaginado el rodaje de 'Luna, el misterio de Calenda' con otro proyecto?

Sí, con una película que rodaba en Barcelona, se llama El Cuerpo. En el futuro voy a intentar centrarme más en la serie porque Luna, el misterio de Calenda requiere muchas horas de trabajo, ya que tiene muchos exteriores.

Muchos actores creen que la televisión tiene como lado negativo que hay que dedicarle mucho tiempo y que impide compaginarlo con otros trabajos, ¿opina igual?

En este país ha ocurrido una cosa muy importante y es que tiene la misma calidad la televisión que el cine. Es algo que se admite como tal y no se considera que la televisión sea un género menor, al menos yo no lo entiendo así, porque casi todo lo que se de interpretación lo he aprendido en televisión. Esto permite que las series, al tener más calidad, sean más cortas. Antes se hacían temporadas de 30 capítulos que no te permitían compaginar ese trabajo con otra cosa. Ahora no ocurre eso.