LOS ÁNGELES. Lo que empezó como un montaje con cajas de embalar ha traído fama y donaciones por encima de los 140.000 dólares destinadas a sufragar el coste de los estudios de la pequeña estrella del vídeo.
Caine Monroy, hijo de inmigrantes mexicanos, decidió pasar sus vacaciones estivales construyendo un negocio de juegos en el local comercial donde su padre, George, vende recambios para automóviles.
El pequeño emprendedor creó pasatiempos de baloncesto, fútbol y hasta imitó la clásica máquina para pescar regalos con un gancho, todo manufacturado por él con unas tijeras, cinta adhesiva e ingenio.
Monroy abrió su instalación al público en su humilde barrio angelino de mayoría latina y no tuvo suerte con los clientes hasta que lo descubrió Nirvan Mullick, un joven cineasta proveniente del campo de la animación, que fue hasta allí buscando un repuesto para su vehículo.
Impactado por la obra de Monroy, Mullick decidió grabar su historia y darle una sorpresa llenando de personas su sala de juegos por un día, esa vivencia fue documentada en "Caine's Arcade", una producción de casi 11 minutos que desde que apareció en internet el lunes día 9 ha logrado más de 2 millones de visitas en el portal Vimeo.
"Nunca imaginé algo así, que creciera tan rápido y a este nivel", dijo Mullick a Efe. La ilusión demostrada por el niño y su perseverancia terminaron por conmover a los internautas e incluso a la prensa local. El diario Los Angeles Times calificó la producción como "uno de los vídeos más tiernos del año".
"Se ha convertido en un momento mágico y de inspiración para mucha gente", explicó Mullick, pero no solo eso. En vista del alcance del vídeo, en el blog oficial Cainesarcade.com se habilitó una cuenta de PayPal para donaciones con el fin de ayudar a financiar la educación de Caine Monroy.
"La meta en principio eran 25.000 dólares y el primer día ya superamos los 60.000 dólares. Ahora mismo los ingresos para esa beca rebasan los 140.000", indicó Mullick. George Monroy, el padre del niño, aseguró a Efe que "aún no ha tenido tiempo" para asimilar lo que les está sucediendo.
"Estoy haciendo muchas entrevistas", afirmó Monroy, quien debido al interés despertado por su hijo se ha visto incapaz de atender debidamente su negocio durante los últimos días: "Estoy perdiendo clientes", dijo el padre, que vaticinó que este furor tiene fecha de caducidad. "En una semana habrá pasado todo", pronosticó Monroy que confesó que ya se habían puesto en contacto con ellos desde "todos los estudios de cine principales" para proponerles proyectos.
"Videojuegos, películas de animación, películas de acción real", enumeró el padre de Caine, quien no pareció preocupado por cómo la repentina popularidad podía afectar al pequeño que sigue atendiendo su salón de juegos los sábados.
"Lo está manejando todo bastante bien. Él no va a aparecer en las películas ni en los dibujos. Además una vez se haga mayor ya no tendrá el mismo aspecto de niño dulce (del vídeo)", comentó el padre que apuntó que su hijo había mostrado interés en dedicarse como adulto a ser diseñador de juegos.
El dinero recogido se destinará a pagar la educación de Caine Monroy en una escuela especializada en diseño y la cantidad sobrante se utilizará para financiar una futura fundación que llevará por nombre "Caine's Arcade" y que se dedicará a descubrir casos como el del protagonista del vídeo.
"Estamos dando ahora los primeros pasos para hacer esa fundación", aclaró Mullick para quien esta experiencia también le ha cambiado la vida.
"Se han abierto puertas y oportunidades, ofertas para hacer películas y anuncios, hay muchas cosas. Siempre ha sido mi sueño conseguir el momento perfecto en una película", aseguró el director.