vitoriA. El portugalujo José Luis Gárate es uno de los mayores expertos en televisión digital. Es el director de desarrollo de negocio de SES Astra Ibérica, una de las principales compañías que operan por satélite. En Astra se encuentran canales como ETB, lo que posibilita que la señal de la cadena pública vasca llegue a más de 40 millones de hogares en Europa.

¿Por qué está habiendo tantos problemas con la TDT?

Cuando se instaló la televisión digital se contó con la tecnología terrestre para llevar la señal a los hogares. Creemos que el satélite debió tener más protagonismo. Con el satélite se habrían evitado problemas a la hora de recibir la televisión digital en los hogares. Por otro lado habría sido más económico. España es el único Estado que ha apostado 100% por la tecnología terrestre.

¿Habrá algunas consecuencias por haber apostado por la inserción terrestre?

Sí. Están los servicios de Alta Definición y de 3D. Sobre todo, la Alta Definición que dentro de poco va a ser una forma normal de ver la televisión. Se está hablando de una tecnología que tiene un espectro muy reducido y no va a haber sitio suficiente para que haya una oferta buena de Alta Definición. Por otro lado, está el dividendo digital, ya que hay una enorme demanda de banda ancha para servicios de movilidad (iphones, blackberrys, tablets).

¿Qué efectos depara a los usuarios la Alta Definición?

Por ejemplo, un usuario de Digital+, de pago recibe 26 canales en Alta Definición, calculamos que en 2-3 años recibirá 40 canales en esa calidad. La gente al final va a querer esa calidad en la TDT. No sólo ha sido el gasto de montarlo, el de mantenerlo y el de cambiarlo, encima no nos sirve para dar la televisión que viene.

¿Quién tiene que asumir los costes de llevar la señal a las zonas oscuras?

El Estado español es el único país de Europa que tiene 5.000 antenas para la TDT. El resto de países no gastaron fondos públicos, porque lo hicieron de manera mucho más racional, utilizando el satélite. Se ha hecho de una manera ineficaz, poco ecológica. Ahora hay que volver a hacerlo por el famoso dividendo digital, que es una de las grandes esperanzas del desarrollo económico del país.

¿Se hizo mal desde el principio?

Se debería haber contado con el satélite para un papel más importante. Además, la primera implantación habría sido más económica, con menos problemas y los ciudadanos podrían haber tenido más servicios. Sobre todo, nos habríamos evitado el volver a invertir en la recepción de la televisión digital.

El modelo que hay ahora, ¿va a seguir creando problemas?

Con el dividendo digital sí. Los problemas de recepción van a seguir existiendo porque el sistema terrestre no es el adecuado para llegar a zonas de orografía complicada y baja densidad. La mayoría de los gobiernos europeos han lanzado una solución mixta: el modelo terrestre, que es eficaz en zonas de alta densidad de población, y el satélite para el resto.

¿La solución pasa por el satélite?

Podría asumir los canales de la TDT, con lo cual no habría problemas de recepción porque da lo mismo estar en la cima del Anboto que enfrente del mar. Como está en el cielo tiene un punto de visión de todo el territorio, no hay problemas a la hora de llevar la televisión digital a zonas de poca densidad, y no hay problemas de espacio porque tiene una capacidad ilimitada. Podemos poner más canales de Alta Definición. No hay estrechez. Es barato porque no hay que hacer ninguna inversión, el satélite ya está en el cielo, la estructura ya está disponible. La instalación se resume en una antena parabólica que es exactamente igual a la que ya se utiliza.

¿Se ha despilfarrado dinero?

Sí. En nuestra opinión el hecho de haber utilizado sólo la tecnología terrestre ha supuesto un despilfarro, en la implantación, en el mantenimiento y un despilfarro también en las reordenaciones a las que obliga el dividendo digital. Y para colmo se ha hecho con dinero público. Además, ese dinero público ha afectado a la competencia y a la neutralidad tecnológica.

El Estado español va a ingresar unos 1.600 millones de euros con la subasta del dividendo digital. ¿A dónde va a ir ese dinero?

No está escrito en ningún sitio que tenga que ser utilizado para la TDT. El hecho de la liberación de las frecuencias no justifica que volvamos a cometer un despilfarro y caer en el mismo error.

¿Cómo se encuentra el 3D?

En 3D estamos en la fase que estábamos hace cinco años con la Alta Definición. Aunque tiene algunas ventajas. Está en fase embrionaria, pero los televisores son baratos, rondan los 1.200 euros. Hay buenos contenidos y cada vez hay más.

¿En qué situación se encuentra la brecha digital en Euskadi?

En ese sentido no es mala. Euskadi tiene un operador global muy potente -Euskaltel- y una alta densidad de población en algunas zonas. Pero quedan caseríos y núcleos de población pequeños en los que hay problemas o a los que llega una banda ancha de baja calidad. El dividendo digital va a ayudar porque se va a obligar a los operadores a invertir en esas zonas y se va a reducir esa diferencia.