Vitoria. Ha cambiado el asiento de colaboradora por el de presentadora. Ahora le toca controlar a los compañeros con los que opinaba de los temas de actualidad. Carmen Alcayde (Valencia, 1973) se siente arropada por sus compañeros -Máxim Huerta y Joaquín Prat- en esta aventura en la que ya se siente más relajada.
Este verano sustituye a Ana Rosa Quintana. ¿Se lo pensó mucho cuando le ofrecieron la oportunidad?
La verdad que no. Fue un regalo. Al principio, me quedé sorprendida. Luego reaccioné como cualquiera lo habría hecho. Muy contenta porque es un programa que ya está hecho, es muy bueno y es una oportunidad muy buena.
¿Ha asumido que este verano se queda sin vacaciones?
Sí. Además no es ningún drama porque en la televisión, de repente, trabajas un día a la semana con los debates de noche. Y resulta que a lo mejor durante el resto del año tienes más vacaciones que en verano. Esto es como te viene en todo el mundo del artisteo, como digo yo. Hay épocas en las que trabajas más y si te toca en verano, pues trabajas en verano.
Ha cambiado su puesto de colaboradora por el de presentadora. ¿Ha sido un gran salto?
Ahora ya no es como antes que el que era colaborador no era presentador y el presentador no era colaborador. Es una mezcla. Para mí todos los colaboradores que están en El programa del verano son presentadores porque vienen con sus noticias y tienen muchísimo peso.
¿Cómo han sido los primeros días con los compañeros?
No ha cambiado la relación. Lo único la posición en el sillón y que estoy todo el rato en el programa. A Máxim le conocía desde hace muchos años y tengo muy buen rollo con él. A Joaquín le conozco desde que colaboro, desde marzo. Me han arropado mucho. Me están cuidando, me dicen cosas para que no meta la pata. Estoy muy bien cuidada y aconsejada.
¿Echaba de menos presentar un espacio?
Sí. Sobre todo se echa de menos retos nuevos. Para mí, el magacín es un reto nuevo y la verdad es que estoy super contenta. No me planteaba ser presentadora. Me gustan los retos en los que voy aprendiendo y con esto estoy aprendiendo mucho.
¿Cómo han sido los primeros programas?
Nervios no he tenido porque ya entré con una Harley y diez moteros. Ya iba de superguay. He estado muy a gusto. Son cosas nuevas. Al principio sí estaba un poco en tensión porque hay que dar paso a muchas personas... pero ya estoy más relajada.
¿Ha mirado las audiencias?
La audiencia es muy importante. Es un examen. La prensa es lo que te hace ver: gran reto, gran duelo. Si la prensa no hablara de la audiencia. Está muy bien que te vean. Las audiencias son para el director. Tú como presentador tienes que hacer bien lo que te mandan, aportar tu simpatía o tu elocuencia.
¿Cómo controla a los colaboradores?
Son muy buenos. Cuando voy yo a colaborar soy más cañera, me levanto, hablo. Se portan todos muy bien. El programa del verano es muy agradable en ese sentido aunque muchas veces nos ponemos todos a hablar a la vez y ahí no hay quien se entienda. Pero como los copresentadores también opinamos es un poco todo mezclado.
¿Qué contenidos va a tener 'El programa del verano'?
Tenemos la portada donde damos los temas más candentes del día, un poquito o mucho de actualidad según lo que pase en la calle. Y luego tenemos a Nacho Montés que hace una sección de moda y de belleza. Está el corazón, el corrillo de siempre, hay reality. Se ha incorporado Pepe y Nagore de Gran Hermano, está Marta López. Estamos rodeados de gente de todo el año y gente nueva. Hay mucho reality, corazón, actualidad, moda, belleza. También tenemos cositas de verano.
¿'Supervivientes' va a ser uno de los puntos fuertes del programa?
Se acaba a finales de julio. De momento, es uno de los puntales. Es lo más fuerte dentro de la cadena. Está dentro de lo que es actualidad y la gente lo está viendo mucho. Estamos muy contentos. Está dando mucho tema y también mucho juego.
Esta edición está siendo muy polémica tanto por los concursantes como por lo que rodea al concurso.
Sí. Está siendo más gamberra pero en Supervivientes estábamos con ganas de ver un poco más de vida, de que se movieran un poco más. En esta edición, el casting está muy bien hecho, con gente que da más juego. Todos estábamos esperando que esta edición fuera un poco más divertida. Son muchas ediciones y se le notaba una falta de chispa. Llegaban allí, se tumbaban al sol y parecían lagartos.
¿Qué opinión le merece lo ocurrido entre Jorge Javier Vázquez y Aída Nízar?
Para mí los insultos de Aída Nizar fueron los insultos más graves porque está la familia de Ortega Cano, la familia del fallecido y son cosas que no sientan bien. Sobre todo estás jugando con una persona que no tiene ni idea de lo que ha pasado para ver cómo reacciona. Me parece un poco macabro. La reacción de Jorge Javier es la grandeza de Jorge Javier. Es un ser humano que es genial y un día, de repente, se revuelve y suelta esas cosas porque le sale de dentro. Hoy en día los lenguajes son más permisivos y ese hija de puta no era tan grave. Es para llamar la atención por algo que has hecho mal. Yo creo que le salió del alma, del corazón y esa es una de las grandezas de Jorge Javier. A veces es así, otras veces te hace reír más pero todos opinamos que Jorge es uno de los grandes ahora. Si hay algo que perdonarle, se le perdona.
¿Qué relación guarda con él?
Muy buena. Es como una relación que tienes con un amigo, un compañero que con el tiempo te ves menos. Cada vez que nos vemos, nos abrazamos, nos queremos y nos deseamos lo mejor el uno para el otro.
Siempre ha estado ligada a los programas de entretenimiento.
Creo que es lo que me va. Mis jefes saben sacar mi potencial. Lo saben mucho mejor que yo misma. Vasile sabe en cinco minutos para lo que vales. Él y los otros directivos te van poniendo donde creen que puedes dar lo mejor de ti misma. Por el momento no han fallado.
¿Le ha pesado mucho su época en 'Aquí hay tomate'?
No, para nada. El tomate es un legado fantástico. Sobre todo, el público lo echa mucho de menos, a mí eso es lo que me vale. La gente se lo pasaba genial. Creo que es un buen legado. Yo me llevo bien con todos los famosos y todo lo que he aprendido para mí es un gusto.
Fueron pioneros en este tipo de programas.
Fuimos pioneros en mezclar el cachondeo con la tensión máxima. Cambió la manera de vender los temas, los noticias.