vitoria. Este espacio divulgativo que produce la Fundación Elhuyar para ETB (se emite en los tres canales) se estrenó en enero de 1999 y este mes ha alcanzado las 300 ediciones. Se encuentra en su decimotercera temporada. Su director, Beñar Kortabarria (que está en el equipo desde el principio), tiene como objetivo "que se vea con facilidad y a gusto" y destaca la importancia de este premio por la proyección pública que ha dado a un programa "que se hace todas las semanas en euskera y en castellano, que saca a los mejores investigadores vascos y se ocupa de temas punteros en todo el mundo".
La temporada número trece no trae mala suerte...
Las supersticiones son algo muy alejado de lo que hacemos nosotros, que es divulgación de ciencia y tecnología. Sin embargo, en este caso ha coincidido que en 2011 hemos recibido un premio a un trabajo que hicimos el año pasado, así que no coincide con la decimotercera temporada (se ríe). En este mundillo de la televisión hay tantas cadenas y programas que yo lo comparo con una tienda en la que hay un almacén y sólo algunas cosas se ponen en el escaparate. Trabajos como el premiado ahora nos sirven para ocupar ese escaparate de vez en cuando.
Se titula 'Cuando la vida comienza en el laboratorio'...
Es un reportaje sobre las técnicas de reproducción asistida, que se han desarrollado mucho estos últimos años. Partimos del primer bebé probeta y llegamos hasta la actualidad. Además mostramos dos casos muy distintos de dos familias vascas: uno de elección genética para tener una niña y otro de un chico parapléjico a raíz de un accidente laboral. También participó gente de los hospitales de la CAV, la primera investigadora que trajo un bebé probeta en el Estado... fue un trabajo completo.
Cuando lo acabaron, ¿se quedaron contentos con el resultado?
Mucho. Básicamente por dos cosas. Porque a nivel de contenido era el primer trabajo que hacíamos en equipo y porque está hecho en formato documental, un camino por el que queremos seguir. Este premio nos anima mucho.
'Teknopolis' tiene otras distinciones, de hecho hace dos años recibió el Premio al Mejor Programa Europeo de Divulgación Científica...
Fue una supersorpresa porque ¡anda que no hay programas en Europa! Fue un subidón total.
¿Qué tal están funcionando las dos nuevas secciones incorporadas este año, 'De cerca' y 'Ktek'?
Fenomenal. Han sido un acierto total. Se trata de dos secciones bien distintas. En la primera queremos sacar a la persona, es una forma distinta de mostrar el trabajo de investigación, resaltamos la parte humana. El planteamiento de Ktek es distinto, es para sacar a deportistas vascos de primera línea y que hablen de las características técnicas, novedades y evolución de los deportes que ellos practican. Por ejemplo, el reportaje que hicimos con Iñaki Perurena sobre la física del levantamiento de piedras tuvo una gran repercusión, sobre todo en Internet.
¿Cómo va el concurso de fotografía sobre ciencia y tecnología?
Muy bien. Es lógico, (se ríe), como hay un premio la gente se apunta. Lo inauguramos el año pasado y la participación va in crescendo. Para la próxima temporada estamos pensando pasar a hacer un concurso de vídeo.
¿Se acuerda del primer reportaje que hizo usted para 'Teknopolis'?
Sí, se emitió en el primer programa, en 1999, y fue una chapa sobre la conquista de Marte. Fueron quince minutos de reportaje todo hablado, con una música horrible, casi sin silencios... Cuando me toca dar clases por ahí, suelo llevarlo para explicar a la gente las cosas que no hay que hacer. Intentábamos trasladar a la televisión la forma de hacer las cosas en la revista y quedaron unos inicios un poco raros, pero por lo menos arrancamos y en trece años algo hemos aprendido...
Además, como lo de Marte sigue pendiente puede hacer aquel reportaje todas las veces que quiera...
Sí, esas cosas de la NASA suelen coincidir con sus necesidades presupuestarias...
En estos doce años la ciencia y la tecnología han cambiado mucho. ¿Hay alguna cosa que le haya impresionado?
Bueno, recuerdo que al principio hablábamos de Internet como si fuera algo elitista, que no iba a llegar a todo el mundo con tanta facilidad, y también se ha avanzado muchísimo en temas de salud. Pero yo me quedo con los grandes retos pendientes: en los asuntos energéticos, en el cambio climático... nos quedan muchas cosas. Hay gente que se muere de hambre todavía o que no tiene agua potable. Tecnológicamente tenemos capacidad para hacer frente a ese tipo de situaciones y sin embargo la realidad es otra. Debemos ser más conscientes de cómo vivimos, en una sociedad de consumo que no tiene nada que ver con el estilo de vida de hace solo 25 años. Estamos un poco pasadillos de rosca. La ciencia y la tecnología deben intentar buscar un mundo más justo, más amable para todo el mundo y a veces vamos por caminos equivocados.
¿Es fácil que los científicos y los periodistas del equipo se pongan de acuerdo?
Sí, tenemos claro que hacemos un programa de televisión en una cadena generalista y que tiene que poder verlo y entenderlo cualquier persona sin esforzarse.
¿Qué temas son los que más le atraen a usted?
A mí me gustan los temas en los que hay gente que ofrece conocimientos y transmite emociones. O situaciones como la mejora de un río a través de unas actuaciones que han permitido que haya peces cuando hace veinticinco años no había... las consecuencias de lo que se ha hecho o de lo que se quiere hacer.
¿Y cuáles se le atraviesan?
Los temas de Física me parecen supercomplicados y los de nuevas tecnologías me resultan fríos y difíciles para que la gente se enganche.
¿Excluye los temas que usted no comprende?
Nooooo, ¡este año hemos abierto la temporada con una entrevista a un físico cuántico! Lo que intentamos es ofrecerlo de una forma entendible, poniendo ejemplos, aportando imágenes significativas,... no excluimos nada.
¿Qué monográficos prepara 'Teknopolis' para lo que queda de temporada?
Hasta julio habrá tres: uno sobre la cueva de Lezetxiki, en Arrasate, y su valor en la Prehistoria del País Vasco. Creo que se emitirá el 22 de mayo. También preparamos otro sobre el coche eléctrico y un tercero sobre cómo se investiga a los animales salvajes en su ambiente.
Este programa ha tenido cinco presentadoras. ¿Nunca ha tenido usted la tentación de ser el primer presentador?
No (je,je), no. Ya sé para lo que no valgo. Yo quería ser ciclista, pero me quedé en esto (se ríe).
Si salen en 'Ktek' muchos temas de bicis ya sabemos quién está detrás...
Alguno que otro ya hemos sacado...
En estos años ha ido aumentando mucho la presencia de las mujeres en el ámbito científico. ¿Se ha reflejado en 'Teknopolis'?
Tenemos una norma no escrita por la que intentamos favorecer la presencia femenina. Por ejemplo, si tenemos que buscar un geólogo intentamos que sea geóloga. Nos parece que es muy injusto que haya muchas mujeres trabajando en ciencia y que aparezcan tan poco.