vitoria. Miguel Ángel Contreras es el consejero delegado que más titulares da. Es crítico con el medio, pero también apasionado. Fue el primero en hablar de bodas y fusiones entre cadenas. Pero, a día de hoy, La Sexta sigue soltera y sin compromiso y ha roto sus relaciones con Antena 3. A lo largo de la entrevista, el ejecutivo de La Sexta no se muerde la lengua a la hora de hablar de los modelos de gestión de contenidos con los que él no está en absoluto de acuerdo y lo hace en alusiones directas a T5.

¿Qué suponen para la televisión estos 5 años de La Sexta?

Han sido los cinco años de mayor cambio que ha tenido el medio desde que empezaron las televisiones privadas. Ha cambiado en todo: tecnologías, legislación, modos de hacer la televisión. Desde el punto de vista de contenidos también ha cambiado mucho.

¿Cómo ha sido para ustedes, los de la de La Sexta, este periodo de tiempo?

La Sexta nació con todas las incertidumbres del mundo, las incertidumbres de meternos en un mundo como este y eso que no sabíamos que iba cambiar tanto. Para nosotros el titular es que la cadena se ha consolidado y es una cadena estable que forma parte del panorama televisivo español.

¿Hemos cambiado también los espectadores?

Por completo. Las modificaciones del espectador han sido enormes y todavía estamos en pleno proceso de cambio. El número de canales es un determinante importante, las convergencias de tecnologías es una incógnita y esto no ha hecho más que empezar. Por último, la interactividad es clave. Antes el espectador era un sujeto pasivo y ahora no. Es autónomo y selectivo.

Usted dijo hace un par de años que su cadena, La Sexta, estaba dispuesta a matrimoniarse con otra cadena.

Sí, el tema de las fusiones me pareció que era interesante tal y como estaba el panorama televisivo y viendo lo que se avecinaba.

La Sexta está resultando una novia difícil, sigue soltera y sin compromiso.

Es verdad que fuimos el primer medio que sí alertó de las ventajas de las fusiones entre grupos. Al final hemos optado por quedarnos solos, solteros como tú dices. Lo único que refleja es que lo que nosotros deseábamos no lo hemos encontrado.

¿Qué buscaban?

La fusión, no la absorción. No queríamos el modelo que ha seguido Telecinco, la absorción de Cuatro. No era nuestra idea de gestión.

¿Qué le ha parecido el resultado de la compra de Cuatro?

Creo que hay una descompensación en la balanza de competencias.

Quizá sus necesidades económicas no eran tan acuciantes como las del grupo empresarial que sustentaba la cadena Cuatro.

Evidentemente, era una cuestión de subsistencia del grupo Prisa que se ha visto en la obligación de vender. Nosotros entramos este año en beneficios y eso nos da una tranquilidad enorme a la hora de operar nuestro proyecto, no nos sentimos presionados para tomar una decisión que no deseáramos.

¿Renuncian a ese matrimonio que tanto ansiaban hace dos años?

No, no renunciamos. Pero por encima de todo lo demás está preservar nuestra identidad y también nuestra propia línea editorial.

Antena 3 da por cerradas las negociaciones, ¿usted también?

Estamos los dos en la misma situación. Por una vez, tengo que reconocer que las conversaciones fueron agradables, que la relación que mantenemos con ellos es absolutamente cordial aunque no hubo un acuerdo final. Damos por congelada la negociación.

Dicen que usted va a ser el próximo presidente de Uteca.

Hemos presentado nuestra candidatura. Lo único que necesitamos es que el resto de las televisiones nos apoyen. Si eso ocurre, es posible que sea yo el presidente.

Le va a resultar un poco complicado morderse la lengua en ocasiones.

Ya ves, si me eligen a mí habrá gente y empresas que salgan ganando, no podré decir tan libremente lo que pienso.

¿Cree que es buena la crítica entre empresas tal y como usted la hace?

Creo que la crítica siempre es buena, pero hay que hacerla con respeto. No veo ningún problema. Todo el mundo tiene derecho a hacer la apuesta empresarial que quiera y todo el mundo tiene el derecho a criticar aquello que no nos guste. Lo único que criticamos nosotros es la manera de entender la televisión.

La libertad está en tomar opciones diferentes, no siempre son válidas las que a usted le puedan gustar.

Exacto. Este grupo está formado por personas que -te va a parecer cursi- amamos la televisión. La televisión es nuestra vida y nos encanta; por lo tanto que se utilice la televisión como un mero instrumento económico con el único fin de obtener rentabilidad financiera a nosotros no nos gusta.

¿Qué es lo que les gusta?

Creemos que la televisión tiene una parte de creación artística, de responsabilidad, de compromiso de país. Eso es perfectamente compatible con tener una compañía que dé beneficios e ingresos. Una concesión del Estado que se aproveche para tomar una actitud totalmente irresponsable no está bien debido a los posibles efectos que unos contenidos pueden llegar a provocar.

Esto es un ataque indirecto a T5.

No es un ataque indirecto, es un ataque directo a algunos contenidos que emiten algunas cadenas y donde Telecinco más se ha significado en estos años.

¿Por qué no le gustan esos contenidos de los que Telecinco ha hecho su seña de identidad?

¿Cuestión de ética, moralidad?

A mí no me parece mal que haya realitys, crónica del corazón u otros programas. No es una cuestión de ética o de moral, son formatos que incluso yo consumo.

¿Entonces?

Es un problema de cantidad y de calidad. Veo perfecto que una concesión del Estado ocupe su tiempo con una parte de esos contenidos, pero no estoy de acuerdo que el 90% se llene con ese tipo de contenidos. Abandonar unos mínimos principios es discutible. El que lo quiera hacer que lo haga, pero tendrán que asumir el coste de la crítica. ¿Te puedo poner un ejemplo?

Por supuesto.

A mí me gustan las tertulias políticas. Pero hay muchas formas de presentarlas. Estamos acostumbrados a ver que lo que se premia y se paga sea a periodistas y tertulianos porque griten, insulten y descalifiquen. Eso tiene dos formas de verlo. Por un lado un show en el que uno puede divertirse de manera malévola, y por otro pensar que el efecto que se está presentado es lamentable a la hora de abordar los debates políticos.

Se ha peleado con Cuatro, se ha peleado con Telecinco, ¿le gusta la confrontación, la pelea?

Más que pelear lo que hemos hecho es competir. Con Cuatro no nos hemos peleado nunca, hemos competido.

¿La guerra del fútbol es solo una competición? Han llegado incluso a tribunales.

Así le habéis llamado desde los medios, pero no es una pelea. Es una discusión entre uno de nuestros socios con Prisa y nos ha salpicado a nosotros. Con Telecinco nos hemos enfrentado en otras cosas. Pero que hagan ofertas a una presentadora u otra no es ninguna pelea. Con Telecinco tenemos la disputa sobre un modelo de televisión, a mí me parece sana y agradable.

Creo que a Vasile no le hacen mucha gracia sus comentarios.

No lo sé. Si miramos los datos de audiencia les daría la razón a ellos de una forma absoluta. Pero yo sigo pensando que la razón es nuestra en cuanto a responsabilidad sobre el cuidado de los contenidos. El único conflicto serio ha sido la guerra del fútbol.

Fútbol, Fórmula 1?, son productos caros. ¿Van a seguir compitiendo por esas emisiones?

Supongo que entraremos todos. Los derechos deportivos son claros, se venden al que más pagan. Nuestra voluntad es seguir en la misma línea, yo sí haría una oferta por mantener estas emisiones.

¿Está de acuerdo con la supresión de publicidad en las cadenas de Forta?

Sí. Existiendo una industria de televisión privada que vive exclusivamente de esa publicidad me parece que las televisiones públicas deben prescindir de ella. Además, condiciona el tipo de publicidad que hacen. Si vives de la publicidad estás condicionado a hacer determinado tipo de apuestas.

También se escuchan voces que piden la desaparición de las televisiones autonómicas o su privatización. ¿Participa en esa idea?

No. Por el hecho de la abundancia de canales privados, soy de la idea de que cuanta más televisión privada hay más importante es que exista televisión pública. La televisión pública debe existir, pero no pueden estar haciendo la competencia a las privadas.