vitoria

HACE un año muchos ciudadanos acudieron en masa a comprar un nuevo televisor o a adquirir decodificadores para los receptores de la casa. En abril de 2010 culminó el apagón analógico y arrancó la era digital. Parece que entre la ciudadanía hay un sentimiento de decepción y a algunos el desorbitado aumento de canales solo les ha servido para tardar en hacer zapping.

manuel campo vidal

"Falta sitio para la innovación"

El presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión (ATV) asegura que, de entrada, "fue un éxito que se cumpliera el plazo y resultó positivo para desarrollar una industria tecnológica asociada". Sin embargo, su opinión no es tan positiva sobre el balance global. "La puesta en marcha ha demostrado el exceso de licencias concedidas. Esto es culpa de varios Gobiernos. Primero el de Aznar, que en su último Consejo de Ministros aprobó un Plan Técnico francamente desmesurado, y después los Gobiernos autonómicos, que concedieron más licencias incluso de las previstas en ese Plan. Resultado: muchas no se han puesto en marcha y, como dice Joan Majó, exministro de Industria y exdirector de la televisión catalana, debería convocarse un concurso para devolver licencias. Se ha demostrado que el modelo es insostenible, para la televisión local y regional sobre todo, porque ni hay tarta publicitaria para soportarlo ni mucho menos están las administraciones para sostener esas televisiones locales públicas cuando no hay recursos para otras cosas esenciales". En cuanto al resultado en contenidos, Manuel Campo Vidal cree que "ha sido muy desigual", pero añade que "un año es pronto para evaluar la situación. Hemos entrado en una transición para ir hacia el mapa definitivo, que es evidente que no es el que estaba dibujado, y el mercado pondrá las cosas en su sitio, más allá de la crisis que estamos viviendo". Finalmente, reclama a todos los operadores "que haya espacio para la innovación, para dar a jóvenes y no tan jóvenes creadores las oportunidades que no han tenido. Nuevos formatos, otras formas de hacer televisión, casi como en el fútbol: los equipos de Primera y los filiales. Las cadenas grandes que disponen ahora de cuatro canales podían dedicar uno a una especie de vivero de formatos, como un sistema de pruebas. Ahí nacerían y después se consolidarían algunos formatos interesantes para pasar a la Primera División televisiva".

javier lópez

Sobreabundancia de canales

El gerente de Análisis de Barlovento Comunicación, asegura que "el balance que puede hacer el espectador es posible que no sea tan satisfactorio como cabría esperar. La oferta se ha multiplicado, pero en muchos casos los contenidos se han empobrecido". Coincide en que el modelo actual presenta "una sobreabundancia de canales" que provoca un reparto máximo de la audiencia. "Si a esta coyuntura unimos la difícil situación del mercado publicitario y el escenario de crisis global obtenemos una ecuación fácil de despejar". Javier López insiste en que la inversión publicitaria "es insuficiente para desarrollar contenidos de calidad en tantísimos canales. Por eso las parrillas de casi todas las cadenas nacidas al amparo de la TDT están copadas por productos con presupuestos reducidos. La producción de contenidos en este escenario se hace muy complicada y estos canales optan por completar sus escaletas con repeticiones, multidifusiones, televentas, o productos enlatados de bajo coste". A su juicio, "la proliferación de tertulias encuentra también parte de su explicación en este factor económico; son espacios que encajan perfectamente con esta línea de contención de gastos, postulándose como una solución programática interesante para cadenas de presupuesto limitado. Cabe destacar el auge de una actividad relativamente reciente en producción de contenidos, el low cost, que basa su negocio en el diseño y el desarrollo de formatos muy económicos para estos nuevos operadores".

Según este analista, "quizá los contenidos más satisfactorios para su público en este primer año de encendido digital hayan sido los de temática informativa, deportiva e infantil, donde sí se aprecia un incremento de calidad y cantidad de espacios". Además, afirma que "la TDT ha sido una de las causas directas (hay también otras) de que el consumo televisivo aumentara el año pasado. De los 226 minutos por persona y día en 2009 se pasó a los 234 en 2010, ocho minutos más que no hacen más que afianzar a la televisión como el epicentro de los hogares españoles".

sergio talarewitz

"Hace falta más inversión"

El consejero delegado de Gigaset (empresa líder en el segmento de decodificadores de TDT de pago) cree que "la situación es más o menos la prevista. Hay cosas pendientes, por supuesto. La industria, por ejemplo, está preparada para fabricar equipos adaptados a las emisiones en Alta Definición y, sin embargo, no hay obligación para los radiodifusores de que los contenidos también vengan en HD. Gracias a ella algunas emisiones deportivas, infantiles y musicales han mejorado muchísimo la parrilla". En otros aspectos, piensa que "la programación se repite demasiado y no es lo que se esperaba, pero hay que entender que, aunque haya más canales, la inversión publicitaria es la misma. El gran cambio debe venir de cómo se financian los contenidos". Talarewitz insiste en que "el principal problema es que falta dinero. A la TDT se le presuponían una gran cantidad de usos y ventajas que se irán desarrollando al tiempo que vaya aumentando la inversión.

En cuanto a los canales de pago, "que ya están ofreciendo un contenido diferencial", augura que "aumentarán y tendrán una oferta mucho más amplia a precios más competitivos" y valora de manera muy positiva que haya salido adelante la TDT de pago. Cree que la evolución de sus usuarios dependerá mucho de la oferta de programación que se vaya configurando en los próximos meses. "Ahora mismo sólo hay dos canales de este tipo con un contenido muy limitado, el fútbol y el cine , lo que hace que el porcentaje de gente interesada en él quede limitado. Si nos fijamos en otros países, como Italia, parece que el futuro de esta tecnología tendrá bastante recorrido. Tomando esta referencia es fácil que se alcancen los 3 millones de clientes". Sobre el 3D, se muestra convencido de que "es una tecnología que se hará un hueco en nuestros hogares, pero aún queda mucho por desarrollar. Hoy por hoy es algo muy limitado por la falta de contenidos y por la incomodidad de las gafas y creo que la eficacia de esta tecnología ahora mismo está en los videojuegos".

josé maría álvarez monzoncillo

"Un modelo inviable"

Este catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos se muestra tajante a la hora de afirmar que "el modelo es inviable. No se pueden mantener 80 canales regionales y 50 estatales con unos recursos limitados, 2.500 millones de las Administraciones públicas más unos 2.400 de publicidad. También destaca que en los años previos a la llegada de la TDT "había una filosofía de crear canales de nicho. Pensábamos que podía haber un canal agrícola, otro universitario, otro médico... pero no ha sido así. Sigue siendo una televisión de masas, con productos de masas, y esto nos ha sorprendido un poco". Augura que "al final el mercado se va tener que segmentar en función de a qué público va dirigido. Matiza que "todo esto no es solo culpa de la TDT, sino también de la crisis. Mientras la economía no evolucione en positivo y no haya más inversión de los anunciantes y más dinero fresco en las Administraciones, no se va a notar nada". A su juicio, "de momento, las cadenas, más que intentar buscar un segundo canal de nicho, han intentado ocupar frecuencias para que no entrara la competencia".

José María Álvarez también resalta que "hemos comprado una pantalla de 1.080 líneas y estamos recibiendo en 500. Tenemos un Ferrari y le echamos diesel, pero diesel pensado para quemar como combustible de calefacciones. La gente recibe una señal mala, las pantallas se quedan pixeladas, hemos comprado monitores que no estaban absolutamente homologados,... Se ha vendido mucha calidad cuando no la había y los espectadores se quejan. En conclusión, "el sentimiento del espectador es de frustración total, empobrecimiento de la oferta, ausencia de diversidad y menor pluralismo". En cuanto a la interactividad, cree que "ha sido un engañabobos, todo eso va hacia internet".