CON el cerrojazo que Prisa dará este fin de año a CNN+, la izquierda mediática demuestra que está en caída libre -ya sólo le queda el reducto de la Sexta- y la derecha campa sin complejos por un gran número de canales desde que se produjo el apagón analógico. A partir de 2011, los debates diarios serán los que ofrezcan televisiones derechistas como Intereconomía (muy vinculada al PP), Veo (de la editora de El Mundo) o La 10 (del grupo Vocento). A esto hay que sumar la presencia en comunidades como Madrid de Libertad Digital (de Jiménez Losantos) y la creación de 13 TV (la tele de la Conferencia Episcopal, alter ego de la Cope, que también posee otra televisión: Popular TV).

El PSOE ha dado por perdida la batalla televisiva y ha permitido que se imponga una guardia pretoriana de ideas ultraconservadoras que invade el dial televisivo. La caverna mediática se ha desplegado abiertamente en la televisión digital terrestre y cuenta con altavoces de lujo. La irrupción de parrillas tradicionalistas se refleja en debates políticos de prime time. Las tertulias de contenido político se han convertido en coloquios monocolor en los que rezuman los argumentos más reaccionarios. Pero lo más preocupante es que estos canales ganan posiciones en el share.

Conocidas ya como cadenas ideológicas, el fenómeno de canales ultras no es algo nuevo. En Estados Unidos, por ejemplo, triunfa la cadena Fox, que incluso convoca manifestaciones anti-Obama (a quien llaman comunista). Se definen como canales dirigidos al centro-derecha, pero sus actuaciones denotan más bien una inclinación hacia la derechona más dura y conservadora, esa derecha que en EEUU está representada por el Tea Party. Intereconomía, el canal del ex diputado del PP Julio Ariza, identifica los principales tópicos de esta tendencia que además explicitan con el lema: "Orgullosos de ser de derechas". Operadores como Intereconomía, Veo 7, Libertad Digital o Popular TV han nacido "con intenciones ideológicas muy claras", comenta el director de Comunicación Audiovisual de la Universidad San Jorge (Zaragoza), Joseba Bonaut.

incendiarios De todos ellos, el ejemplo más relevante es Intereconomía que ha conseguido hacerse un hueco con personalidad propia en medio del marasmo de las pequeñas cadenas prácticamente intercambiables que ocupan más de un dígito en el panorama audiovisual. Intereconomía TV ha doblado su audiencia en solo un año. Esta cadena alcanzó en noviembre el 1,4% de la cuota de pantalla media global.

Con presentadores, tertulianos y programas incendiarios, su logotipo, un belicoso toro que parece dispuesto a embestir al espectador, corrobora este mensaje. Nacida como televisión eminentemente financiera, ha convertido El gato al agua en el santo y seña de las tertulias extremistas y sectarias. Lo mismo organizan un festival antifranquista en vísperas del 20-N que acusan de prostituta a la consejera catalana de Sanidad.

Acompañan a su presentador estrella, Antonio Jiménez, colaboradores como el ex secretario de Estado de Comunicación de José María Aznar, Miguel Ángel Rodríguez; el eurodiputado del PP, antinacionalista confeso Aleix Vidal-Quadras, o periodistas de probada trayectoria antiprogresista como Carlos Dávila, director de La Gaceta; Isabel Durán, adepta a cadenas de la derecha ya que también participa como tertuliana en Telemadrid, en Veo TV y en la COPE, en el programa de Cristina López Slichting. Porque la derecha mediática ha apostado por apuntalar aquellos tics que la hacen reconocible entre parte de sus seguidores (Mario Conde en El gato, Aznar en Veo TV, Losantos y su verborrea arrebatada en Libertad Digital, etc...)

El veto al pluralismo informativo es también otra tónica dominante en La 10. La televisión de Vocento se ha descolgado con el fichaje de Curry Valenzuela, conocida por su militancia cercana a la derecha más recalcitrante y uno de los azotes mediáticos más duros del progresismo. La llegada de Valenzuela se suma a un plantel periodístico hasta ahora compuesto por el director de ABC, Ángel Expósito y María Teresa Campos, pero avanza en la politización de una cadena hasta ahora calificada de familiar.

13 TV, la nueva televisión de ámbito nacional propiedad de Ujue Producciones, comenzó en noviembre sus emisiones en pruebas para ofrecer la visita del Papa. La cadena, que se define como "una televisión cristiana para toda la familia", tiene como su principal estrella al ex director de informativos de TVE, Alfredo Urdaci o a José Luis Uribarri, el conocido experto en Eurovisión, quien conducirá cada fin de semana un programa dedicado al cine español al estilo de Cine de Barrio.

El predominio de la derecha en el mapa audiovisual se completa con Veo, del grupo mediático impulsado por Pedro J. Ramírez y controlado por los italianos de RCS Media Group, dueño de El Mundo, Expansión y Marca. Veo TV, por su parte, se ha convertido en refugio televisivo a nivel nacional de Jiménez Losantos. Madrid es el mayor ejemplo de este predominio mediático de la derecha ya que, aparte de la licencia de la que goza Popular TV, también emiten Libertad Digital TV, desde la que Losantos continúa lanzando sus diatribas acompañado en la parrilla por César Vidal y Luis Herrero. La incógnita que queda por despejar es si, con tantos peleando por el mismo segmento de público, habrá espacio para todos.