vitoria. En septiembre de 2001 presentó su primer Teleberri, también ha presentado "unos pocos Gaur Egun", el informativo para el Canal Internacional, el debate Políticamente Incorrecto y el espacio de reportajes Mundo.hoy. Ésta es su segunda temporada en el informativo más madrugador de ETB -ahora con el nombre de Egun On Euskadi y el año pasado como El Punto-. Antes hizo sus "primeros pinitos" en Radio Euskadi y también ha pasado por la Cadena SER y Canal Bizkaia.
ETB ha perdido el liderazgo de los informativos en la CAV. ¿Puede recuperarlo pronto?
Confío en que sí. Los profesionales hacemos todo lo que está en nuestras manos. Siempre hemos actuado igual. Nuestro objetivo es poder gozar de la confianza del mayor número posible de personas.
Polémicas con los mapas del tiempo, con los decorados... ¿pueden los periodistas abstraerse de eso?
No es que podamos, es que debemos. La dirección anterior pensaba de una manera y la actual de otra. Cada periodista tendrá su opinión, pero nos debemos a la empresa en la que estamos. Ser profesional es precisamente eso, dejar las opiniones personales al margen y centrarte en tu trabajo.
¿El espectador no tiene que notar lo que piensa un periodista de informativos?
Eso es lo ideal. Yo creo en la neutralidad del informador.
¿Se despierta pensando qué noticias habrán surgido durante la noche?
No, pero reconozco que lo primero que hago es poner la radio y conectarme a Internet.
¿A qué hora pone el despertador?
A las seis en punto.
¿Cuántos días querría apagarlo y darse la vuelta?
Todos los días del año, sin excepción.
¿Es disciplinado a la hora de irse a dormir y saca ocho horas de sueño?
Soy bastante disciplinado, aunque eso de las ocho horas de sueño pasó a la historia. Me conformo con unas siete, que no está mal.
¿A qué hora está en su puesto de trabajo?
Para las siete suelo tener el ordenador ya en marcha.
¿Es de los que se levantan al 100% o le cuesta arrancar?
No tengo más remedio que levantarme a tope, ya que el programa arranca a las ocho y media. Lo más intenso de mi jornada se da en las 2-3 primeras horas de trabajo.
¿Hay un ambiente muy distinto en la redacción a esas horas?
El cambio es total. Apenas hay gente y la que te encuentras no está con ganas de hablar, la iluminación es menor, apenas hay ruido... en definitiva, es más fácil concentrarse.
¿Es más duro madrugar o trabajar los fines de semana, como le tocó en los "Teleberris" y en el Canal Internacional?
La verdad es que llevo bastante bien el madrugar... así que ahora mismo me costaría más tener que trabajar los fines de semana; es ir a contracorriente.
¿Un informativo matinal tiene la ventaja de coger al espectador con la mente en blanco?
Al espectador y también a los periodistas. Hay que reconocer que a veces también nosotros nos dejamos influir por lo que se ha dicho en los medios sobre un asunto en concreto.
¿Se alegra de ser el primero que cuenta algunas cosas a la audiencia?
Sobre todo si son positivas. Por desgracia muchas veces solemos ser los primeros en contar cosas desagradables.
¿Cuando se agobia más: cuando han pasado muchas cosas o cuando no ha sucedido nada desde la víspera?
Es mucho peor cuando te enfrentas a un informativo sin que haya pasado casi nada de relevancia. El informativo tiene que durar lo mismo, y suele resultar complicado y hasta ingrato darles importancia y valor a algunos asuntos que en circunstancias normales no dispondrían de ese espacio.
¿Cuesta mucho encontrar invitados dispuestos a madrugar?
No tanto. Los invitados saben que sus declaraciones, además de llegar a los espectadores que les están viendo en ese momento, suelen tener repercusión durante el resto del día, en los Teleberris o reflejadas en otros medios de comunicación. Eso les interesa.
¿A esa hora están los políticos con las defensas más bajas?
No es cuestión de horas. Hay políticos que siempre se presentan a la defensiva y es casi imposible que te cuenten algo de relevancia, y otros a los que sabes que les puedes sacar un buen titular si andas atinado con las preguntas. Va más con el carácter que con la hora de la entrevista.
¿Graba los programas de la competencia para verlos después?
No. Les echo un vistazo para conocer con qué noticia inician los informativos, veo por encima los asuntos que tratan, pero poco más.
¿Cuál de sus rivales es el que más le gusta?
No es una rival directa por horario, aunque Susana Griso es una periodista que me ha sorprendido. No pensaba que pasando de un informativo puro a un magazine diera el nivel que está dando.
Los informativos cada vez incluyen más reportajes y menos noticias. ¿Es eso lo que quiere la audiencia?
Creo que es una cuestión de modas. Es verdad que en ocasiones un minuto no es tiempo suficiente para conocer todos los detalles sobre un asunto, y que un reportaje, algo más largo, puede venir bien. Pero hoy está de moda, y mañana quizá no.
Política, economía, internacional, sucesos, ¿cómo hay que mezclar los ingredientes para que salga bien la receta?
Si tienes la fórmula mágica, me lo cuentas. Parece que los sucesos venden, que la gente se queda pegada a la tele, aunque es una fórmula peligrosa. Hay cadenas que destacan por su amarillismo. Puede dar audiencia, pero merma el prestigio.
Usted ha trabajado en deportes, pero también le encanta la información política. ¿Qué áreas son las que se la hacen más cuesta arriba?
Reconozco que el apartado cultural se me hace complicado. Yo tengo mis músicos y mis libros preferidos, me gusta mucho el cine... pero cuando me salgo de lo que controlo, me pierdo con bastante facilidad.
Con todos los programas por los que ha pasado, ¿le costaría volver a deportes?
Para nada. Siempre recuerdo que cuando era becario en Radio Euskadi y estaba en deportes, veía que mi compañero Alberto Negro iba con el Athletic, viajaba a la ciudad en la que jugaba y pasaba allí el fin de semana; ¡alucinaba con que hiciera eso y además le pagaran! Entras a los partidos gratis, Radio Euskadi te pone el hotel y el avión y además te pagan el sueldo. Me parecía el trabajo ideal. Claro que entonces tenía 21 años...
Con lo serio que parece con los políticos, ¿su trabajo ideal sería seguir al Athletic?
Hombre, al final te marca mucho la vida. Ahora tengo dos hijas y las cosas las veo de otra manera porque eso supone tener todos los fines de semana ocupados. Pero bueno, si me hicieran la oferta para un añito...
La revolución digital ya está aquí. ¿Le da miedo?
Desde el punto de vista del periodista, entiendo que tiene su lado bueno y su parte negativa. A más canales, más trabajo para los periodistas... pero por otra parte se acabó eso de conseguir el 30% de la audiencia con un programa. Dentro de poco, el que alcance los dos dígitos, se va a poder dar por muy satisfecho.