vitoria. Arturo Valls está encantado de la vida. No hace más que encadenar un programa con otro. Le hemos visto en Caiga quien caiga, Camera café y Fibrilando. Dentro de poco, y tras quedarse soltero laboralmente, se pondrá al frente de una tropa de actores para hacer reír al espectador. Los que quieran tener una cita con él tendrán que esperar a la segunda semana de diciembre y sintonizar Cuatro. Se encontrarán con Vaya tropa. El programa de humor estará coproducido por Pausoka y Plural y dirigido por Javier García de Vicuña. Es una versión de ¡Vaya semanita!.

¿Ha roto con Telecinco?

Tanto como romper, digamos que estoy soltero laboralmente. Estoy en el mercado. Telecinco y yo nos hemos dado un tiempo. Estaré en Cuatro mientras me aguanten, que ya es difícil.

Mientras le aguanten no, en la cadena dicen que quieren que usted sea su sello de identidad.

Deben andar mal para decir eso o es que no me conocen. En serio, estoy encantado con el programa que me han ofrecido. Es un bombón de espacio, creo que me voy a sentir como en casa. Eso me pasa cuando trabajo a gusto, es como estar en pijama y zapatillas.

¿Qué le parece el formato?

Me parece una maravilla. Estoy tan contento e identificado con él que ya he empezado a contar cosas a mis amigos. Eso me ocurre porque estoy muy ilusionado. Cuando una cosa no te entusiasma no vas contándola por ahí.

¿Conoce la versión original?

¡Quién no conoce Vaya semanita! Es uno de los mejores programas que he visto. Es increíble cómo ha calado en la audiencia. Está bien hecho, los guiones están bien construidos y ha enganchado al público.

Hay un refrán que dice que segundas partes nunca fueron buenas.

¡Mira esta! No me seas gafe. Yo creo que va a salir bien. Se está haciendo un programa impecable. Va a gustar, eso seguro.

No quería ser gafe, pero el refranero...

El refranero, qué va a saber de televisión el refranero, cuando pusieron el refrán ese ahí no existía la tele, me apuesto lo que quieras.

¿Le preocupan las audiencias?

Me preocupa más que el programa mole.

¿Le apetece más presentar que actuar?

Después de un tiempo actuando si te apetece cambiar un poco de registro. Estoy deseando volver a mirar periódicos, echar un vistazo a la actualidad, ponerle la lupa al día a día, pinchar a los políticos...

Tenga cuidado los políticos suelen tener el sentido del humor en hibernación y bajo cero.

¡Qué me vas a contar a mí! Después del Caiga quien caiga creo que les conozco un poco. Les vamos a dar un voto de confianza, a lo mejor han cambiado, aunque por lo que veo en la prensa me da que muy poco. Para eso estamos nosotros aquí, les azuzaremos. También trataremos de hacer humor sobre nuestras costumbres, nuestras manías...

¿Le gusta hacer publicidad?

Está bien, me lo paso bien y me pagan.

¿También bien?

Sí, también, la publicidad está muy bien pagada, es un placer hacerla.

¿Qué tiene Arturo Valls en la cabeza?

Caspa no, tengo a mi hijo en la cabeza. Es pura energía, te mira, te sonríe...

Y se le cae la baba.

Ya te digo. Es mi mejor público y se ríe con todas mis payasadas, mi mejor audiencia hoy por hoy.

¿Cómo se definiría?

Soy un reportero venido a más, pero se me ha ido la mano en ese sentido. Nunca soñé con hacer estas cosas, me parecían tan difíciles. También me considero un esclavo de la televisión, pero como todos los que trabajamos en esto.

¿Le parece que ha pasado mucho tiempo desde que se dio a conocer con "Caiga quien Caiga"?

Me parece que fue un milagro. Recuerdo el día que me llamó Tonino para decirme si me apetecía ir al programa. Pregunté: ¿Dónde está la cámara oculta? Fue superhalagador.

Hablemos de Jesús Quesada. ¿Se parece a usted?

No soy tan tocahuevos como él. Ahora, también te digo una cosa, hay veces que me gustaría estar tocándome los huevos como él y sin hacer nada. Pero no siempre.

¿Qué haría si tuviera a Quesada enfrente?

Me seguiría yendo de copas con él. Este analfabeto del siglo XXI mola mucho. Cómo le voy a dejar con todo lo que me ha dado el puñetero.

¿Qué fue "Camera café"?

Un paraíso. Trabajar allí era impresionante. Con el bueno de Guridi y el resto de la pandilla, de gentuza que estábamos ante una máquina de café todo el rato sin pegar palo al agua. Trabajar en una tira, con el éxito que ha tenido el camera, es para estar agradecido toda la vida.

¿Qué tal lleva la fama?

Te tienes que reír, va incluido en el sueldo. Antes, cuando me veían me pedían unas gafas. Ahora me piden autógrafos, una foto. La gente es amable. El problema llega cuando alguien que se ha tomado dos copas te da el turre y se pone pesadito. Cuando todo es normal, no pasa nada.

¿Cómo se relaja?

Me relajo cuando voy a mi tierra, Valencia. Allí soy de lo más feliz. Me encanta comerme una paella, tomar un buen vino, una cerveza, estar con mis amigos, hablar y hablar de cosas tontas o serias. Disfruto con mi niño, con mi pareja, en familia es como mejor me lo paso.

¿Mediterráneo?

Cien por cien como las naranjas y la buena paella. El mar y el sol son una maravilla para todo el mundo, pero si has nacido allí todavía más. ¿Sabes? Es que yo nací en el Mediterráneo.

Eso lo cantaba Serrat.

En cuanto tengo unos días libres me escapo y organizado una buena paellada para comérmela con los míos.

¿Sabe hacer paella?

Bueno, no es fácil hacerla bien, pero me la como estupendamente.