Seguro que más de una vez has experimentado la desagradable sensación de sufrir un calambrazo al tocar un objeto de metal o una prenda de ropa determinada. También has podido sentir el calambre al tocar a otra persona o, lo que es más violento, has hecho que sea ella quien sienta un chispazo por tu contacto.

Pero, ¿de dónde sale la electricidad que nos provoca esa sacudida? Su origen hay que buscarlo en la electricidad estática, es decir, en la acumulación de un exceso de carga eléctrica (positiva o negativa) en los átomos de la superficie de los objetos y en nuestro propio cuerpo.

El cuerpo humano, normalmente, tiene una carga eléctrica neutra, es decir, el mismo número de protones (carga positiva) que de electrones (carga negativa), pero esta carga eléctrica puede variar por el roce o la fricción de nuestro cuerpo con otros objetos.

Los calambres se producen al entrar en contacto dos cuerpos con diferentes cargas. Las corrientes eléctricas migran de uno a otro para recuperar el equilibrio neutro y es, justo en ese momento, cuando al soltar el exceso de electricidad estática sufrimos la descarga por la que podemos llegar a ver chispas y hasta las estrellas.

Esta desagradable sensación se debe a una estimulación de los nervios de nuestro cuerpo al fluir por ellos la corriente que le devolverá la neutralidad.

Estas pequeñas descargas eléctricas y de corta duración no son peligrosas, ya que el cuerpo humano tiene mucha agua y esta acumulación de carga no le resulta perjudicial.

No está claro por qué unas personas son más propensas que otras a sufrir esas descargas, pero hay teorías que apuntan a que la presencia en mayor o menor cantidad de electrolitos y minerales en la composición química de nuestro organismo puede tener algo que ver.

Además de los temidos calambrazos, que siempre te pillan a traición, la electricidad estática se nos hace especialmente molesta en la ropa y en el pelo.

Electricidad estática en la ropa

A veces vamos andando y el pantalón o la falda se nos pega a las piernas convirtiendo la caminata en una incómoda pelea para poder avanzar. Esto se debe a que la prenda que vestimos, seguramente de tela sintética, ha permanecido mucho tiempo en contacto, en el armario, en la lavadora o en la secadora, con otra del mismo material. Esto hace que los electrones colisionen y se genera la carga eléctrica que acabará en la temida descarga cuando menos pensemos.

Electricidad estática en el pelo

Nuestro pelo también puede ser víctima de la electricidad estática. Al entrar en contacto con jerseys o chaquetas de lana y con tejidos no naturales se encrespa y puede volverse indomable.

Al entrar en contacto con la prenda es tal la atracción que el pelo coge mucho volumen y nuestra cabeza acaba pareciéndose a un diente de león (esa planta que a los niños tanto les gusta soplar y pedir un deseo mientas sus semillas salen volando).

Se recomienda el uso de acondicionador, ya que es un gel catiónico, con carga positiva, que compensará la carga negativa de nuestro cuerpo.

Si pasamos muchas veces el peine por el pelo, el peine se cargará de energía estática por la fricción y atraerá otros objetos, por ejemplo el papel, como si fuera un imán.

Consejos para evitar las descargas

- Ambiente secos. Los ambientes secos son más propicios para que ocurran esas descargas, ya que el aire disminuye la conductividad y dificulta la liberación paulatina de las cargas eléctricas. En espacios cerrados puede ser útil usar humidificadores para facilitar la descarga al ambiente. Es especialmente recomendable en invierno debido al uso de las calefacciones. También es conveniente ventilar para que el ambiente no se reseque.

- Piel seca. También es importante cuidar la hidratación de nuestro cuerpo, sobre todo de las manos, ya que las descargas más habituales se producen en los dedos cuando tocamos algo. La piel hidratada cede electrones mientras que la seca los acumula.

- Facilitar la descarga. Si al tocar un objeto con la punta de tus dedos notas el calambre, lo más recomendable es facilitar la descarga completa apoyando toda la mano en una superficie de madera o de cristal.

- Tejidos. Se recomienda utilizar prendas y sábanas de seda, raso, lino o algodón que no acumulan carga negativa. De la misma forma, hay que evitar la lana, el poliéster, el nylon y otros materiales sintéticos que tienden a cargarse y a la vez aíslan, impidiendo la descarga natural. Lo mismo se recomienda para las sábanas. Para las mujeres, conviene evitar la medias de naylon, que actúan como aislante.

- Zapatos. Las suelas de goma de algunos zapatos pueden favorecer la acumulación de cargas, por ejemplo, al arrastrar los pies o al saltar. Actúan como aislantes. Es mejor utilizar zapatos de suela de cuero o piel que transmiten la carga a tierra.

- Objetos metálicos. Debemos evitar tocar objetos metálicos si estamos sobre superficies sintéticas o de lana, por ejemplo una moqueta. Al abrir la puerta del coche, un truco es tocar la puerta con la punta de la llave haciendo contacto en el metal con un dedo. La descarga se hará entre el vehículo y la punta metálica de la llave.