Establecer unos buenos hábitos de higiene bucal desde pequeños es el primer paso para tener unos dientes sanos toda la vida. Si adoptan desde pequeñitos buenos hábitos de higiene y cuidados diarios, conseguiremos que los mantenga durante toda la vida. Lo primero es darles un buen ejemplo; al cuidar usted sus propios dientes el niño recibirá el mensaje de que la salud bucal es algo importante.

Todo lo que haga de la higiene dental una tarea divertida, como cepillarse los dientes junto con sus hijos o permitirles elegir sus propios cepillos dentales, fomenta una higiene bucal apropiada.

Cuidado de los dientes en un bebé

Aunque los recién nacidos y los bebés no tienen dientes, es importante el cuidado de la boca y las encías.

Recomendaciones:

· Use un paño húmedo para limpiar las encías del bebé después de cada comida.

· No lleve al niño a la cama con el biberón de leche, zumos o agua azucarada. Utilice solamente agua para los biberones a la hora de acostarse.

· Comience a usar un cepillo de dientes suave en lugar del paño para la limpieza de los dientes del niño tan pronto como aparezca el primer diente (entre los 5-8 meses de edad).

· Consulte con su pediatra o su odontólogo para saber si su niño necesita flúor de forma adicional.

· La primera visita del niño al odontólogo se realizará a partir de los 2 años; muchos odontólogos recomiendan una visita de prueba, para que se acostumbren a las vistas, sonidos, olores y sensaciones.

No lleve al niño a la cama con el biberón de leche, zumos o agua azucarada, solo con agua.

Consejos para unos dientes sanos en niños

· Cepillarse los dientes 3 veces al día. Es esencial que se vayan a la cama con la boca limpia pues las bacterias que se alojan en la boca actúan especialmente por la noche.

· Evitar alimentos con exceso de azúcares como chuches, helados, caramelos, zumos, etc. Además de estar asociados a la obesidad infantil, el azúcar deteriora el esmalte y favorece la aparición de caries dental.

· En el caso de comer dulces entre comidas, cepillarse los dientes inmediatamente después.

· Visitar regularmente al odontólogo cada 6 meses.

· Ayudarles con el cepillado: a partir de los 7-8 años el niño es capaz de cepillarse los dientes correctamente, mientras tanto debemos ayudarles para llegar a donde ellos no llegan, especialmente muelas y caras internas.

· Utilizar colutorio con bajas dosis de flúor, y en los más pequeños sin flúor hasta que aprendan a escupir; ya que un exceso de flúor puede provocar que aparezcan manchas en los dientes.

· Beber agua para evitar la sequedad bucal.

· Una dieta sana es el aliado ideal de una boca sana. Lácteos, verduras y frutas fortalecen los dientes.

· Cuando al niño le salgan los dientes permanentes, debería comenzar a usar el hilo dental cada noche antes de irse a la cama, ya que llega a zonas a las que no llega el cepillo y siempre al principio bajo la supervisión de los padres.

· Asegúrese de que su niño consuma sal adicionada con fluoruro en caso de vivir en zonas que no contengan grandes cantidades de fluoruro de manera natural en el agua de consumo.

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