1 Año sabático. Mientras decidía a qué se iba a dedicar profesionalmente se fue a Irlanda para ampliar su espacio, pensar en el futuro y mejorar su inglés. A su vuelta a casa no tuvo dudas: quería ser actriz.

2 Una campeona. Practicó durante trece años gimnasia rítmica. A los 17 años había conseguido tres veces el título de campeona de España. Decidió abandonar la disciplina y centrarse en otros planes.

3 Disfrutona. Le gusta bailar y cantar, tanto en el ámbito de lo privado como en su profesión. Se considera una mujer que disfruta con las cosas sencillas.

4 Aplausos. Expone su trabajo a la vista de los espectadores y le satisface el reconocimiento. Confiesa riendo que se acostumbró a los aplausos cuando era gimnasta y que los sigue valorando mucho como actriz.

5 Interés en común. Está casada con el actor Lander Otaola. Estar unidos también por la misma profesión no es ningún problema para ninguno de los dos.

6 Un reto. Al igual que al resto del mundo, el confinamiento paralizó su vida. A nivel profesional se enfrentó al reto de hacer un programa, Etxekoak, desde casa, y tener que realizar todo el proceso de producción y actuar.

7 Aficiones muy normales. Viajar, leer, ir al cine, reunirse con amigos y pasear por la ciudad son las actividades con las que disfruta. Las condicionadas por la pandemia espera retomarlas cuando vuelva la normalidad.

8 Directora de referencia. Con García y García es la cuarta vez que se pone a las órdenes de la directora navarra Ana Murugarren. Anteriormente lo hizo en La dama guerrera, Tres mentiras y La higuera de los bastardos.

9 Su primera vez. Pisó un plató de televisión por primera vez siendo una niña, en un programa que en su día presentó Patricia Gaztañaga: Esta es mi gente.

10 Los apellidos. A nivel artístico utiliza su tercer apellido Baglietto. Los dos primero son López y Pita. Su elección resulta más exótica.