- Las autoridades estadounidenses comunicaron que el pasado agosto se encontraron una de las escenas más surrealistas que han visto en Yellowstone. Un hombre se había adentrado en la zona prohibida y estaba cocinando dos pollos en una fuente termal del parque nacional. El hombre, natural de Idaho, fue inmediatamente expulsado del parque y no podrá volver a entrar durante los dos próximos años. La seguridad de Yellowstone se percató de que había un intruso con ollas de cocina y dos pollos en una fuente termal. La noticia se hizo pública después de que el sujeto se declarara culpable y fuera multado con 1.200 dólares. Asimismo, se le ordenó cumplir dos años de libertad condicional sin supervisión. Con motivo de la sentencia, el parque ha recordado que en Yellowstone está prohibido viajar por áreas termales debido al riesgo de peligro y lesiones. En los últimos años se han dado varias situaciones de riesgo, motivo por el que han publicado: “En áreas termales, permanezca siempre en los paseos marítimos y senderos designados. Es ilegal tocar las características térmicas o arrojar objetos a las fuentes termales. El agua termal puede causar quemaduras graves”. Muchos turistas han resultado gravemente heridos e incluso han muerto a causa de las aguas termales. De hecho, en julio de este año un niño de 3 años sufrió quemaduras graves tras caer a una fuente termal y otro turista murió cuando cayó en una fuente termal en 2016.Las abejas con una dieta menos diversa tienen el cerebro más grande- El tamaño del cerebro de las abejas está relacionado con su dieta, su ciclo de vida y el tipo de vida social de la abeja, en cambio, no afecta al tamaño cerebral, ya que especies que se relacionan en comunidad, como la abeja de la miel, no tienen cerebros más grandes. Con esto, las abejas que tienen dietas menos diversas tienen el cerebro más grande. Así lo demuestra un estudio del Centro de Investigación Ecológica de la Estación Biológica de Doñana, que analizaron el cerebro de casi 400 abejas de 93 especies diferentes. Asimismo, el estudio ha descubierto que la abeja solitaria Flavipanurgus venustus, que vuela por los matorrales mediterráneos, se acerca a una flor, huele otra, pero se alimenta exclusivamente de la estepa cresta (Cistus crispus), tiene el cerebro más grande. Los biólogos lo explican porque memoriza el color rosa intenso de sus flores, el aroma particular que desprenden y las busca por todo el prado, y tener el cerebro más grande le ayuda a tener esta precisión. “Las abejas que se alimentan de todo, no se tienen que esforzar mucho porque tienen muchas flores para escoger; en cambio, las abejas que han de pensar dónde está aquella flor específica y memorizar sus características necesitan un cerebro mayor”, explicó Ferran Sayol, primer autor del estudio. El estudio también compara el tamaño del cerebro de las abejas en relación con otros factores como su ciclo de vida y su sociabilización y el resultado indica que las especies que a lo largo del año tienen una única generación, lo que sería un ciclo de vida lento, tienen también cerebros más grandes. En cuanto a la vida social de las abejas, no detectaron diferencias: Las que viven en grupo, como las melíferas, son una pieza de todo un engranaje y quizás por ello no necesitan tener un cerebro mayor que las abejas solitarias”, ha dicho el investigador.