Para trabajar con un producto del campo como es la uva es imprescindible conocer el terreno, protegerlo, cuidarlo. Una preocupación que Bodegas Ochoa tiene como prioridad. Muestra de ello, es la inversión en diferentes aparatos y metodologías para mimar al máximo sus vides y defenderlas de las amenazas externas.
"Trabajamos con nanosatélites para mirar los índices de vegetación y cuándo necesitamos tratar y en qué zonas necesitamos tratar"
En la Finca Santa Cruz, explica Adriana Ochoa, directora técnica de la bodega, han invertido en una estación climática, que es el 'ojito derecho' de esta enóloga. El aparato tecnológico les brinda toda la información sobre temperatura y humedad, además de permitirles detectar enfermedades mediante los satélites. Y es que tal como explica Adriana, "trabajamos con nanosatélites para mirar los índices de vegetación y saber cuándo necesitamos tratar y qué zonas lo requieren".
Asimismo, Bodegas Ochoa también utiliza otros métodos como la confusión sexual y los hoteles de insectos para vigilar, controlar y proteger sus viñas. Una manera ecológica e innovadora de aprovechar los recursos naturales, beneficiando el producto final: la uva.
Confusión sexual en el campo
Además de las inclemencias de la climatología, otro de los grandes enemigos de las viñas son las plagas. Para evitar que los insectos destrocen las vides, en Bodegas Ochoa trabajan el método de la confusión sexual. El nombre de esta técnica deviene todo un reclamo, pero el objetivo es de lo más simple: despistar a ciertos insectos dañinos para el campo para que no encuentren a sus hembras. "Tenemos confusión sexual en todo nuestro viñedo para poder luchar contra la Lobesia que es un insecto que puede dañar las uvas y esto es un ejemplo de cómo funcionamos", cuenta Adriana.
"Tenemos confusión sexual en todo nuestro viñedo para poder luchar contra la Lobesia que es un insecto que puede dañar las uvas"
La confusión sexual consiste en el uso de feromonas femeninas; éstas están presentes en una serie de hilos que se cuelgan de las ramas de las viñas y hacen que los machos no puedan encontrar a las hembras, de manera que no pueden fecundar los huevos. Así se evita que crezcan estos insectos y sean dañinos, sin tener que tratar las viñas de una manera más agresiva.
Hoteles de insectos
Otra vía para cuidar de su entorno y sus plantas, es poniendo hoteles de insectos ya que estos lugares atraen a muchos insectos diferentes (avispas, mariquitas…) que se van a ir comiendo a los insectos que pueden ser nocivos para el viñedo y para los olivos.
También disponen de colmenas de abejas, que además de elaborar pequeñas cantidades de miel, facilitan la floración del olivo, y "participan para que todo el entorno funcione muchísimo mejor", cuenta Adriana Ochoa. Una manera de aprovechar los recursos que brinda la naturaleza para proteger sus fincas y lograr vides y uvas, libres de plagas, y de gran calidad.
Bodegas Ochoa, la primera en España en llevar a cabo un proyecto de I+D
Estas técnicas naturales, pero a la vez innovadoras, que utiliza Bodegas Ochoa son un ejemplo más de su apuesta por herramientas ecológicas y por la investigación. En 1994, se convirtió en la primera bodega en España en llevar a cabo un proyecto de I+D, gracias al empeño de Javier Ochoa, padre de Adriana y Beatriz, que siempre apostó por tecnologías y proyectos que ayudasen a mejorar los vinos existentes y sirvieran para hacer otros buenos vinos.
"Al principio apostamos por muchos desarrollos en las bodegas pero, últimamente, lo que estamos haciendo más es trabajar aquí en el viñedo, para aprender de la naturaleza y conocer todas las condiciones que tenemos. Muchas veces lo que hace falta es estudiar, tener paciencia y aprender a interpretar lo que nos está diciendo la naturaleza", explica la enóloga de Olite.
"Muchas veces lo que hace falta es estudiar, tener paciencia y aprender a interpretar lo que nos está diciendo la naturaleza"
Actualmente, la familia trabaja con una selección de sus propias levaduras con el objetivo de encontrar una herramienta para luchar contra el cambio climático y otra de las vías de I+D en el campo es apostar por las cubiertas vegetales y es que gracias a las bandas floridas ayudan a que la estructura del suelo aporte más nutrientes a los viñedos y a las uvas.