China, un país imparable que avanza a la velocidad de la luz
Con una extensión de más de 9.500 millones de kms 2, la República Popular de China es uno de los cuatro países más grandes del mundo, y tras la India, el más poblado. Durante los últimos 30 años, su cambio y crecimiento ha sido tal, que se ha convertido en la segunda nación con el PIB más alto, tras EE. UU. Y sigue imparable
China está llena de estereotipos, sobre todo los que nosotros, los extranjeros, le ponemos. La gran inmigración de ciudadanos chinos que ha recibido España y el resto del mundo ha hecho que nos hagamos una idea estrecha y limitada de lo que este país es o puede haber sido. Nada como una mirada de cerca para comprender mejor su historia y su cultura, las que le han traído hasta el siglo XXI en plena forma.
No debe ser nada fácil gobernar a 1.400 millones de personas. Tampoco debe ser nada fácil sacarlas de un aislamiento social, tecnológico y educativo en el que han estado por docenas de años, facilitar el acceso a una vivienda digna, a un trabajo, a cierta libertad de movimiento, y de pensamiento... Sí, no se me olvida que China es una nación comunista, o como también se la llama, comunista-socialista, en la que la censura de todo tipo, es el pan de cada día. Pero tras la gran represión y acoso sufridos durante la Revolución Cultural de Mao y sus consecuencias en la población en general, especialmente en el medio rural, la llegada de nuevos aires reformistas, primero con Deng Xiaoping a finales de los años 70 y ahora con Xi Jimping, han hecho que poco a poco este gran gigante vaya ganando fuerza hasta posicionarse en una situación tan ventajosa como la que tiene hoy en día. Su entrega al trabajo y su disciplina, juegan a su favor.
China es autosuficiente y lo sabe bien. Y exporta desarrollo, exporta bienes, exporta tecnología... Desde 2019 es uno de los mayores mercados mundiales de robots industriales y según el Indíce Mundial de Innovación, el año pasado el país se ubicó en lugar 11º de entre 133 países valorados.
Cuenta con más de ochocientos millones de usuarios de internet... aunque el acceso a aplicaciones como Google o Wsp está restringido en todo el país, y debido a ello han ideado otras aplicaciones como Wechat (en lugar de whatsapp) creadas con el mismo fin pero de factura propia; si vas a China y quieres comunicarte con el exterior, más vale que adquieras una Esim ya que la necesitarás para seguir con las aplicaciones habituales.
También en lo que respecta a las emisiones de carbono están llevando a cabo significativos progresos, y hoy en las ciudades es posible respirar algo más limpio e incluso el cielo azul no es tanto una quimera. En sus calles abundan modernos coches eléctricos y bicicletas, pero es especialmente en la red ferroviaria, con más de 40.000 kms de líneas de alta velocidad, donde la China Railway Rolling Stock Corporation (CRRC), el mayor fabricante de trenes del mundo, sigue realizando proyectos más y más avanzados y menos contaminantes, como el del futurista Hyperloop, un tipo de tren ultrasónico que alcanza velocidades que pueden llegar a los 1000 kilómetros por hora, más que un avión, mediante un sistema de levitación magnética, que funcionaría con tubos casi al vacío. De momento está sólo en período de pruebas pero de seguir así, se cuenta que para el año 2030 podría estar en funcionamiento.
Mucho antes de la tecnología ... Pekín
Beijing, Pekín, como nosotros la conocemos, es la capital del país, y una superurbe con más de 22 millones de habitantes. Aunque en una primera mirada la ciudad es un inmenso enjambre de edificios, esconde, y realmente a veces es así, en sus extensas calles, lugares en donde aún existen pequeñas casas, comunidades de antaño, que en muchas zonas aparecen protegidas por altos muros que intentan con más o menos éxito, ocultar los deslucidos y viejos hogares que aún se mantienen entre el hormigón y las luces de neón.
A veces, paseando por esas calles, a un lado grandes rascacielos de cientos de viviendas, todos igual de impersonales, y al otro, una zona de viejas casas de aspecto deslucido, me preguntaba qué pensarían aquellos viejos que han visto suceder tantos cambios y tan drásticos en los últimos años de su vida… cómo asimilar una vida de excentricidades y neón, cuando hace apenas tres décadas la vida se escribía en papel pautado… y ay quien se saliera por la tangente.
Pekín y su caos ordenado, sus calles impolutas (en realidad todas las ciudades de China se ven limpias y ordenadas), su tráfico, su actividad frenética… y su legendaria historia.
Lugares míticos de la ciudad
Para llegar a uno de los lugares míticos de la ciudad, La Ciudad Prohibida, hay que pasar primero por otro lugar tristemente famoso, la Plaza de Tian´anmen, una de las plazas más grandes del mundo, situada junto a la entrada del Palacio Imperial (gobernada por una gran imagen del presidente Mao) y la Ciudad Prohibida. Allí, en Tian´anmen, en el año 1989 ocurrió uno de los hechos más dramáticos de la historia moderna, no solo del país sino de todo el mundo.
Miles y miles de personas, la mayoría estudiantes primero y gente de todo tipo después, se manifestaron a favor de una nueva política nacional más abierta y democrática. El gobierno advirtió en varias ocasiones a los manifestantes que se disolvieran, pero bien al contrario, cada día el número aumentaba y hay cifras que barajan hasta el millón de personas. Pero un dramático día, el gobierno sacó los tanques a calle y el ejercito acabó con la vida de más de 3.000 personas indefensas (en algunos medios se habla hasta de 10.000). Fue una masacre que se mantuvo en secreto por mucho tiempo para el resto del mundo, ya que entre otras cosas, todos los periodistas extranjeros habían sido expulsados… a pesar de ello trascendieron algunas imágenes que después se hicieron famosas. Lo cierto es que incluso se omitió este acontecimiento para los propios residentes chinos, y tal es así que aún hoy en día en lejanos puntos del país, dudan de que esta historia fuera cierta.
Carlos, el guía que nos acompaña (muchos guías utilizan un sobrenombre occidental) al pasar por Tian´anmen camino de la Ciudad Prohibida, repite a menudo moviendo la mano, “no política” “no política”, ante el intento por nuestra parte de abrir el citado tema… Así que nada de política, nos adentramos de lleno en el gigantesco complejo amurallado de 72 hectáreas que desde el s. XV hasta comienzos del s. XX, es decir, desde la Dinastía Ming a la Dinastía Qing, albergó palacios, templos y viviendas reservados a los emperadores y sus familias, así como a sus servidores y funcionarios más cercanos; al resto de la población le estaba prohibida la entrada. Y sin el permiso del emperador, nadie podía tampoco salir.
Recorriendo estos grandes y hermosos edificios de madera con vistosos y finos pináculos, sorprende no sólo la delicadeza y cuidado de su estética, sino la de los nombres que aparecen aquí y allá… El Salón de la Suprema Armonía (centro ceremonial del poder imperial donde ni siquiera los árboles tenían derecho a superar su altura) el Palacio de la Pureza Celestial… el Salón de la Tranquilidad Terrenal… sólo nombrarlos sientes entrar en un espacio reservado a la calma y la belleza; casi parece que haya que entrar despacio, con cuidado para no molestar.
Y es que cada detalle, desde la orientación y diseño de los edificios, era cuidadosamente pensado según la antigua técnica filosófica del Feng Shui, que aún hoy se sigue usando en el país y en otras partes del mundo; así, se mostraba la grandeza del emperador y su figura omnipotente, ya que era considerado el Hijo del Cielo, es decir, casi un dios con un poder sin límites. Hasta que llegó el convulso siglo XX y todo cambió, y el último regente del Imperio, Puyi, que con apenas dos años fue proclamado emperador, acabó teniendo, tras múltiples reveses y sucesos históricos, la función de jardinero; el hombre que una vez gobernó el país más poblado del mundo, acabó sus días trabajando como asistente de jardinería en los jardines botánicos de Pekín. ... Pero eso, es otra historia.
La Gran Muralla
Fuera ya de la Ciudad, otro gran punto de interés a las afueras de Pekín, es sin duda La Gran Muralla. A una hora aproximadamente de distancia, hay varias zonas en las que se puede acceder a ella y disfrutar además de un precioso entorno. Dicen que alcanza los 21.000 kms. en ramificaciones que se cruzan, se solapan, se unen y rompen por todo el norte del país. En algunas zonas ya se ve derruida, apenas visible, en cambio en otras, está bien protegida y restaurada. Por ello, el primer vistazo impresiona, es sin duda, uno de los grandes atractivos de China ya que por sí misma tiene un gran magnetismo. Colosal, serpentea por la superficie terrestre como un dragón protegiendo sus dominios. Fue levantada para frenar los intentos de invasión de los vecinos del norte entre los siglos V a.c. y XVI. Se dice que construir esta fortificación, a pesar de su gran coste en vidas humanas, y “fiscal”, era más asequible que movilizar a todo un ejército para defender reiteradamente los intentos de invasión de las colonias mongolas.
Xi´an y las figuras de terracota
A poco más de 900 kms de distancia y a 4 horas en tren de alta velocidad, se halla la bonita y cuidada Xi´an, una de las grandes capitales históricas de China. Hoy la ciudad mantiene intacta otra gran muralla, con un perímetro de 14 kms2 que alberga en su interior lo que queda de la antigua ciudad y parte de la nueva urbe. A lo largo del recinto se pueden ver y recorrer numerosas torres de vigilancia y pabellones con exquisitas formas en madera, que lucen vistosos farolillos rojos. Al parecer, esta construcción, más que defensiva, (apenas tenían enemigos de los que defenderse en esa zona) era una muestra del orgullo y poder que quiso mostrar la dinastía Ming, en su época de esplendor.
Y aquí en Xi´an, se encuentra la cuna de la gran ruta comercial que atravesó medio mundo y en la que, además de la preciada seda que los chinos tan bien sabían trabajar, se intercambiaron especias, piedras preciosas, porcelana, cultura... conocimiento en definitiva. Un intercambio que parece remonta sus orígenes al siglo I a. C.
Son pocos en cambio los vestigios que quedan de ella aquí… los busco, pero apenas los encuentro en una mansión de un antiguo comerciante que ha pasado a tener hoy la función de templo y al que apenas acuden visitantes. Las distintas dependencias, los jardines, algunos mensajes escritos en las paredes… y una espiral en el suelo, en la puerta de entrada… que casi pasa desapercibida y me sorprende, más que darme respuestas.
Pero Xi´an saltó a la fama en la década de los 70 del siglo pasado por otro magnífico tesoro, uno de los hallazgos arqueológicos más impactantes de los últimos años: Los Guerreros de Terracota. Allí se ha creado todo un complejo museístico y arqueológico que recibe millones de personas cada año de todos los puntos del globo.
No defrauda llegar y contemplar la gran explanada, hoy cubierta, en la que se halla el primer yacimiento que muestra a cientos de guerreros en posición firme, mirada al frente, trajeados y adornados según su rango y posición. Cada uno diferente al otro, cada uno un gesto, un calzado, un casco, una nariz diferente… hasta 6000 soldados forman este impresionante ejército que pertenece al ajuar póstumo del primer emperador de China, Qin Shijuang Di, (también precursor de la construcción de la Gran Muralla) y cuyo mausoleo se halla justamente en un gran promontorio en medio de este inmenso campo que sigue siendo excavado y estudiado.
Al igual que los emperadores egipcios (es improbable que en esos tiempos ambas culturas hubieran tenido contacto) el emperador quiso ser enterrado con todo lujo de detalles en previsión de una vida posterior llena de riqueza y comodidades, con todo su séquito, sus enseres más preciados, su ejército... El azar quiso que fueran unos sencillos agricultores quienes durante su trabajo en el campo, descubrieran las primeras formas humanas talladas, la primera mano, el primer casco... a medida que el hallazgo aumentaba, asustados se pusieron en contacto con el gobierno y a partir de ahí su vida cambio, ya que no sólo se quedaron sin sus tierras, sino que se hicieron también famosos y se cuenta siempre su historia cuando se habla del descubrimiento de los Guerreros de Xi´an.
... Y la filosofía
Para terminar, una de las cientos de frases inspiradoras de uno de los personajes más famosos de China, Kung Fu Tzu, Confucio, sin duda un gran pilar de la filosofía, cuyas ideas ayudaron a dar forma en parte no sólo a lo que es hoy la sociedad china, sino al mundo de la Filosofía y el Humanismo en general:
“ A donde quiera que vayas, ve con todo tu corazón”.