Hay quien desea aprovechar estos meses de otoño para hacer planes diferentes que combinen historia, arquitectura, naturaleza y gastronomía. Características que representa a la perfección Álava, la cual sigue cautivando con su particular encanto tanto a locales como a turistas en cualquier ocasión del año. 

Tres planes interesantes

En uno de los últimos artículos publicados, la revista ‘Viajar’, concretamente en uno redactado por Alberto Zamora para Diputación de Álava, repasa tres interesantes planes para realizar este otoño en nuestro territorio.  

Ruta por las iglesias pintadas y el Laberinto de Arno

La primera propuesta nos lleva a descubrir dos joyas del arte medieval alavés: la iglesia de San Martín de Tours en Gazeo y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Alaitza. 

Ambas destacan por sus impresionantes pinturas murales. En Gazeo, la iglesia alberga policromías únicas en Euskadi, mientras que en Alaitza las paredes muestran escenas bélicas medievales, cuyo significado sigue siendo un misterio.

Para explorar estos tesoros, se recomienda participar en visitas guiadas organizadas por la Oficina de Turismo de la Llanada Alavesa. Tras la visita, es posible degustar la gastronomía local en restaurantes de localidades cercanas como Salvatierra o Araia, o visitar queserías de Idiazabal de la zona.

La ruta continúa hacia el Laberinto de Arno, situado cerca del puerto de Opakua. Antes de iniciar esta ruta de senderismo de 6 km, es recomendable parar en el pueblo de Arrizala para conocer el dolmen de Sorginetxe, un monumento funerario del Neolítico.

La caminata ofrece un recorrido variado que incluye bosques, balsas de agua y un pequeño laberinto de rocas calizas, ideal para disfrutar de la naturaleza otoñal.

El monumento neolítico de Sorginetxe, en el atardecer. Redacción DNN

Vitoria y el Parque Natural de Gorbeia

El siguiente itinerario comienza en el corazón de Vitoria, en la emblemática plaza de la Virgen Blanca. Este punto de encuentro de la ciudad es perfecto para tomar un café y admirar los edificios históricos. 

Desde aquí, se puede visitar la iglesia de San Miguel, que alberga la imagen de la Virgen Blanca, y continuar hacia los Arquillos, construidos para conectar la Almendra Medieval con el ensanche neoclásico.

La icónica Plaza de la Virgen Blanca, símbolo de Vitoria Alex Larretxi

Entre los monumentos destacados se encuentran el Palacio de Montehermoso y el Palacio Escoriaza Esquibel, joyas renacentistas que reflejan el esplendor histórico de la ciudad. La visita culmina en la Catedral de Santa María, un templo gótico del siglo XIII.

Por la tarde, se puede disfrutar del Anillo Verde, un conjunto de parques que rodean la ciudad, ideal para paseos tranquilos. Para los más aventureros, a solo 20 minutos en coche se encuentra el Parque Natural de Gorbeia. Y desde la localidad de Sarria, se puede realizar una ruta sencilla de 6 km para conocer las cascadas del río Baias.

Las villas medievales de la Rioja Alavesa

La última idea se centra en la Rioja Alavesa, famosa por su cultura vinícola. Esta región es una maravilla en otoño, con viñedos espectaculares. Además de las tradicionales visitas a bodegas y catas, se propone un recorrido por sus villas medievales.

La ruta comienza en Laguardia, un pueblo conserva su trazado medieval, rodeado por una muralla con torreones y cinco puertas.

Entre sus monumentos destacan las iglesias de San Juan y Santa María de los Reyes, la última con un espectacular pórtico gótico policromado. Asimismo, las calles de Laguardia están llenas de historia, con edificios como el Ayuntamiento y el Palacio de Samaniego.

El recorrido continúa hacia Labraza, la población fortificada más pequeña de Euskadi, galardonada en 2008 con el Premio Internacional de Ciudades Amuralladas por su excelente conservación. 

La última parada es Salinillas de Buradón, una villa amurallada que mantiene su encanto medieval, situada en las faldas de la sierra del Toloño.

Uno de los viñedos de la Rioja Alavesa Jorge Muñoz

Un otoño para el recuerdo en Álava

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Estas tres rutas ofrecen un abanico de experiencias que combinan el arte, la historia, la naturaleza y la gastronomía. Álava se presenta como un destino ideal para el turismo otoñal, con opciones que satisfacen tanto a los amantes de la cultura como a los entusiastas de la naturaleza. 

Desde iglesias pintadas y palacios históricos hasta rutas de senderismo y degustaciones de vino, este otoño es la oportunidad perfecta para descubrir la riqueza cultural y paisajística de nuestra tierra.