El otoño es una de las épocas más mágicas del año. Los paisajes se cubren de colores dorados, rojos y pardos, y el clima es ideal para disfrutar del aire libre. Para los amantes de la naturaleza y los escapistas de la rutina urbana, una estancia en una casa rural de Álava la mejor manera de aprovechar al máximo esta estación.
La geografía alavesa, con sus valles, bosques, montañas y viñedos, ofrece una amplia oferta de alojamientos rurales que combinan tranquilidad, encanto y una conexión única con el entorno natural.
Las casa rurales de Álava
A continuación, presentamos un conjunto de algunas de las mejores casas rurales de Álava para disfrutar en otoño, perfectas para descansar, realizar excursiones por la naturaleza o, simplemente, desconectar en un entorno privilegiado.
Casa rural Atxarmin
Ubicada en el tranquilo concejo de Elosu, en Villarreal de Álava, la casa rural Atxarmin es un lugar perfecto para quienes buscan la serenidad y el confort en plena naturaleza. Esta casa, rodeada de colinas y árboles, brinda vistas espectaculares del entorno otoñal.
Con una estética rústica y bien cuidada, sus habitaciones son acogedoras, y la chimenea en la sala de estar es ideal para disfrutar de las tardes otoñales.
Cercano al embalse de Urrunaga, es un lugar idóneo para pasear por sus senderos o realizar rutas en bicicleta mientras se observan los colores de septiembre reflejados en sus aguas.
Casa rural Ugarzabal
Situada en Urkabustaiz, al norte de Álava, la casa rural Ugarzabal se encuentra en un enclave privilegiado entre montañas y bosques. El lugar es ideal para quienes buscan adentrarse en el paisaje otoñal y disfrutar de la tranquilidad del entorno rural.
El caserío conserva su estructura original de piedra y madera, combinando elementos modernos y tradicionales. Cuenta con amplias zonas comunes, como una sala de estar con chimenea y una terraza exterior perfecta para contemplar el paisaje otoñal.
Por si fuera poco, la casa está cerca de rutas de senderismo y espacios naturales como el maravilloso Parque Natural de Gorbeia.
Elai Etxea
Elai Etxea es una casa rural ubicada en Pobes, dentro del concejo de Erriberagoitia o Ribera Alta. Se trata de una amplia finca privada, rodeada de árboles como manzanos, avellanos y nogales centenarios.
En este entorno natural, se encuentran los observatorios de aves y fauna silvestre, conocidos como hides, donde se practica el “birdwatching” o avistamiento de aves. Las vistas son amplias y agradables desde cualquier punto de la casa, en la que se respira una sensación de paz y tranquilidad.
Además, su proximidad a los Parques Naturales de Valderejo y Gorbeia, y a las Salinas de Añana, añade un encanto especial.
Casa rural Areta Etxea
En Salinillas de Buradón, dentro de Labastida, rodeado de viñedos y con un ambiente otoñal encantador, se encuentra la Casa rural Areta Etxea. Esta casa, restaurada con gusto y conservando elementos arquitectónicos originales, combina el turismo cultural con la naturaleza.
El entorno invita a explorar tanto el paisaje natural de la zona como los rincones históricos de este pintoresco pueblo, con sus calles empedradas y toque medieval. Además, la proximidad con La Rioja ofrece la oportunidad de conocer algunas de las mejores bodegas de la región.
¿Por qué ir a una casa rural?
Ir a una casa rural ofrece numerosas ventajas, especialmente para quienes buscan desconectar del ajetreo de la ciudad y reconectar con la naturaleza.
Calma
En primer lugar, la tranquilidad es uno de los mayores atractivos. Las casas rurales suelen estar ubicadas en entornos alejados del ruido urbano, lo que permite disfrutar del silencio y la paz del campo, ideal para descansar y recargar energías.
Naturaleza
Otra ventaja importante es el contacto con la naturaleza. Rodeado de paisajes naturales, es fácil disfrutar de actividades al aire libre como senderismo, ciclismo o simplemente paseos relajantes, lo que favorece el bienestar físico y mental. La biodiversidad y el aire puro también contribuyen a mejorar la salud y el estado de ánimo.
Costumbres locales
Además, una estancia en una casa rural permite experimentar la vida local y las tradiciones. A menudo, se encuentran en pequeños pueblos con un gran valor cultural y gastronómico, donde se puede disfrutar de la cocina tradicional y de productos locales, ofreciendo una experiencia más auténtica que en destinos turísticos convencionales.
Versátiles
Por último, la intimidad y flexibilidad de una casa rural es otro gran punto a favor. Muchas de ellas ofrecen privacidad y espacios amplios, lo que las hace perfectas para viajes en pareja, familiares o con amigos. Además, al no estar sujeto a horarios estrictos, como sucede en los hoteles, se puede disfrutar de mayor libertad para planificar las actividades del día a gusto personal.