Álava ofrece multitud de contrastes paisajísticos y se convierte en el refugio ideal para desconectar y divertirse en familia.
Uno de esos parajes que alegra el corazón es el Parque Natural de Izki, situado en el sudeste del territorio alavés y que alberga una exuberante vegetación alrededor de ríos pequeños como el Izki, que serpentea a través de un impresionante cañón antes de desembocar en el río Ega.
En una extensión de apenas dieciséis kilómetros, el Izki talla uno de los desfiladeros más espectaculares de la geografía vasca. Para explorar este paraje, se puede comenzar la ruta en Korres, donde se encuentra el centro de interpretación del parque. Desde allí, se puede seguir por senderos entre bosques de quejigos, arces y carrascas. El recorrido atraviesa barrancos poblados por hayas y ofrece vistas panorámicas de los montes Soila y La Muela.
El río Izki talla uno de los desfiladeros más espectaculares de la geografía vasca
En el camino, se encuentran ruinas de castillos, como el de la Portiella, que vigilaban esta zona fronteriza entre los reinos de Castilla y Navarra y es un plan perfecto para los amantes de la montaña y la historia.
El humedal de Ullíbarri-Gamboa
Algunos lo conocen como el pantano de Vitoria, mientras que otros se dirigen a la zona como el pantano de Landa. Sea como fuere, el embalse de Ullíbarri-Gamboa es el más grande de todo Euskadi gracias a sus 146 hectómetros cúbicos.
Pero no es el único motivo que lo convierte en una escapada perfecta para Semana Santa ya que, además de su gran valor ambiental, abastece de agua a Álava y Bizkaia, y se convierte en un área de recreo para todos los gustos.
Un enclave ideal para disfrutar en cualquier época del año. Aunque aún es pronto para adentrarse en sus aguas, el pantano acoge a múltiples bañistas y actividades acuáticas como kayak, piragüismo o paddle durante la época estival.
También dispone de diferentes zonas habilitadas con mesas, fuentes y parque infantil donde celebrar un picnic y espacios infinitos, en realidad una ruta verde circular de 45 km, para hacer volar las cometas, correr, ir en bici…
El pantano acoge a múltiples bañistas y actividades acuáticas como kayak, piragüismo o paddle durante la época estival
Con una superficie que supera las 70 hectáreas, el Parque Ornitológico de Mendixur destaca como la zona principal para la observación de aves, brindando refugio y alimento a una extensa variedad de especies a lo largo del año.
Aunque la diversidad de las especies está presente todo el año, la primavera y el otoño son momentos de lo más propicios para disfrutar de la compañía de las aves en todo su esplendor.
