Un enorme hangar frente a la mansión de la familia Berlusconi en Arcore, a las afueras de Milán, contiene cerca de 25.000 cuadros que el tres veces mandatario italiano, fallecido el pasado junio, compró de manera compulsiva en programas de teletienda o a marchantes y que no tienen gran valor artístico ni económico.

Según algunos medios, Silvio Berlusconi se habría gastado hasta unos 20 millones de euros en su compra, aunque el subsecretrario de Cultura e historiador del Arte, Vittorio Sgarbi, asegura que son lienzos de escaso valor que el magnate compraba durante las noches insomnes mirando los canales de compras en televisión.

Se trata de pinturas religiosas, de paisajes de ciudades como París, Nápoles y Venecia y de retratos, todas piezas compradas por televisión o a marchantes de arte napolitano, catalogadas y expuestas en el gran almacén de 4.500 metros cuadrados en Arcore.

"Son el resultado de una actividad de compra frenética en las subastas televisivas, en las noches de insomnio entre 2018 y 2022" pues "en los últimos años de su vida, Berlusconi pasaba las noches sumido en una especie de bulimia, comprando compulsivamente cuadros con el objetivo de convertirse en el mayor coleccionista de Italia", aseguró esta semana el programa de investigación periodística "Report", de la televisión pública RAI.

El diario "Repubblica" publica hoy que ninguno de los cinco hijos y herederos de Berlusconi se quiere hacer cargo de esta colección, que además ha sido atacada por la carcoma y varias piezas, incluidos lienzos y marcos, ya han quedado destruidas.

También un incendio habría afectado a una parte de las obras, según "Il Foglio", aunque nadie ha conseguido confirmarlo.

"De 25.000 habrá seis o siete interesantes", comenta sobre las obras Vittorio Sgarbi en "Repubblica", que informa además de que el alquiler del hangar cuesta unos 800.000 euros al año a los que hay que añadir los gastos de gestión por lo que los herederos no quieren hacerse cargo, pero tampoco saben qué hacer.

La familia está en una encrucijada, pues pretende salvar las piezas en mejores condiciones, pero desmantelando completamente el almacén, donde los cuadros se hacinan desde hace daños, según el diario.

Entre las obras amontonadas en el hangar, Sgarbi cita un Tiziano del Museo de Cleveland (EEUU), un cuadro de un pintor cercano a Leonardo de la escuela de Giampietrino y otra interesante obra de Pietro Annigoni, que retrata a la marquesa Casati Stampa, asesinada en 1970 por su celoso marido.

"No sé si ya ha comenzado la destrucción de esos cuadros. Sé que, al menos a nivel artístico, no sería un delito"., asegura Sgarbi.