Los ministros de Exteriores de la Unión Europea tratarán este jueves la forma de reactivar las relaciones con Turquía tras la señal de acercamiento del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con la voluntad de descongelar la adhesión a la UE.

En el marco de las negociaciones para la adhesión de Suecia a la OTAN, Ankara pidió a la UE retomar su proceso de adhesión y que los Veintisiete estudien la modernización de la unión aduanera y la política de visados, todo un giro respecto a la política exterior de Erdogan los últimos meses en los que ha evitado aplicar sanciones contra Rusia y se considera un país clave para evitar su elusión.

Entonces, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, encargó un informe específico a la Comisión Europea y al Alto Representante, Josep Borrell, para explorar formas de reactivar las relaciones con Turquía, algo que empezarán a tratar los Estados miembros a nivel de ministros de Exteriores este jueves.

La idea ahora es aterrizar la conversación entre los Veintisiete, con las aportaciones clave que puedan hacer Grecia y Chipre, los vecinos inmediatos de Turquía y los Estados miembro de la UE a los que más les interesa unas relaciones estables con Ankara. "Vemos un cierto cambio en el nuevo gobierno turco y queremos probar hasta donde podemos llegar los próximos meses", ha señalado un alto cargo de la UE.

En Bruselas ven las señales que manda Erdogan a Occidente como un posible nuevo giro de su posición internacional, y pese a que los temas que pone sobre la mesa Ankara son "difíciles" y las diferencias con Turquía no se disimulan, el nuevo escenario tras la reelección de Erdogan, que coincide con la renovación del mandato del griego Kyriakos Mitsotakis y la reciente llegada a la presidencia chipriota de Nikos Christodoulides, invita a la UE a estudiar vías para mejorar las relaciones con uno de sus vecinos ineludibles.

"Debemos tener un poco claro lo que estamos dispuestos a ofrecer. Ver si en algún momento podemos hablar de una mayor cooperación económica y esas cosas", ha explicado una fuente diplomática que descarta de plano que ningún Estado miembro esté por la labor de reactivar de las negociaciones de ampliación, congeladas desde hace años por la deriva autoritaria en Turquía.

20.000 millones para enviar armas a Ucrania

Sobre la mesa de los ministros también estará el debate sobre el apoyo militar a largo plazo a Ucrania, con la propuesta del Alto Representante de destinar 20.000 millones los próximos años y tendrán la oportunidad de tratar lo último de la situación en el terreno con su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleba, por videoconferencia.

Pese a que hay consenso respecto a la necesidad de dar un apoyo estructurado y sostenido en el tiempo a Ucrania, existen dudas en la UE sobre el método a emplear, pues la idea de Borrell es reponer el Mecanismo Europeo para la Paz con esta cantidad y usarlo de la misma forma que los Veintisiete han subvencionado el suministro de armas a Ucrania desde que estalló la invasión rusa, aunque los Estados miembros podrían pedir un fondo específico.

"Si se pregunta a los ministros de Exteriores probablemente sean mucho más positivos al respecto que si se pregunta a los ministros de Finanzas", ha ironizado una fuente diplomática sobre la iniciativa de Borrell, que, en todo caso será debatida los próximos meses en Bruselas y tendrá que recibir el visto bueno de los líderes de la UE.

También participará por videoconferencia el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, con el que intercambiarán puntos de vista sobre China, tras su visita el mes pasado al gigante asiático y tras la voluntad declarada de Europa de desarrollar unas relaciones propias con el gigante asiático.

La idea es que la UE mantenga un diálogo estratégico con Pekín en otoño, cuando Borrell espera poder viajar a China después de ver canceladas dos veces la visita, paso previo a mantener una cumbre con las autoridades chinas, después de que la última se realizara a distancia en marzo de 2022.