El Parlamento Europeo reclamó este jueves al Consejo, la institución que representa a los países, que busque una solución alternativa a que Hungría, que incumple el derecho de la Unión Europea (UE) y los valores básicos, asuma la presidencia del Consejo en julio de 2024 y amenazó con "adoptar las medidas adecuadas si no se encuentra una solución".
La resolución, que salió adelante con una amplia mayoría sostenida por todo el Parlamento Europeo salvo los Conservadores y Reformistas y la ultraderecha de Identidad y Democracia (442 a favor, 144 en contra y 33 abstenciones), cuestiona "cómo podrá Hungría cumplir esta tarea de forma creíble en 2024" vistas sus infracciones de la legislación comunitaria y con serias dudas de si aplicará "el principio de cooperación leal" con el resto de las instituciones comunitarias.
Así, pide al Consejo "que encuentre una solución apropiada lo antes posible" y "recuerda que el Parlamento podría adoptar las medidas adecuadas si no se encuentra una solución".
La Eurocámara ha sido tradicionalmente la institución europea más crítica con la deriva iliberal del Gobierno de Viktor Orbán y reclama constantemente que no se le desbloqueen los fondos congelados -pospandemia, de cohesión y otros- hasta que no haya un progreso tangible en áreas como la independencia judicial o el respeto a los derechos de las minorías.
Al tiempo que lamentan que no haya habido avances en el procedimiento que puede acabar con la retirada de su derecho a voto en el Consejo, conocido como "artículo 7", los eurodiputados insisten en que, de cara a la presidencia húngara del Consejo en 2024, es el momento de tomar decisiones tangibles.
El resto de socios europeos han declinado por el momento abordar esta posibilidad y tanto la actual presidencia sueca como la Comisión Europea aseguraron durante esta semana que confían en que cualquier presidencia del Consejo actúe de buena fe y defienda el interés común europeo.
Los eurodiputados impulsores de la resolución no se fían de este escenario; la principal negociadora del texto, la francesa de los Verdes Gwendoline Delbos-Corfield, se cuestionaba cómo actuará Orbán -el líder más cercano a Vladimir Putin en toda la Unión Europea- cuando el bloque tenga que tomar decisiones o hacer declaraciones públicas respecto a la invasión rusa de Ucrania o el apoyo a Kiev.
Y en respuesta a las voces desde el Consejo, incluida la húngara, que insisten en que el Consejo tiene plena potestad para decidir el orden de sus presidencias, la popular portuguesa Isabel Wiseler-Lima aseguró que el Parlamento "no le dice al Consejo lo que debe hacer", sino que le pide "una solución adecuada para proteger a la Unión y sus valores fundamentales".
La liberal neerlandesa Sophie In't Veld planteó, por su parte, en que el Parlamento tiene fórmulas para devaluar la presidencia si esta llega a producirse como está prevista: en su opinión, los eurodiputados no tienen ninguna obligación de acudir a los trílogos en los que se negocia legislación y se debe "privar a esta presidencia de toda la purpurina y el atractivo, nada de fotos, nada de eventos ostentosos".
"Cada vez que tengamos a alguien del Gobierno en el estrado, pongamos al lado a alguien silenciado por el régimen de Orbán", propuso la neerlandesa.
Resolución "inútil"
La ministra de Justicia de Hungría, Judit Varga, resaltó que la preparación de la presidencia húngara está ya en marcha, razón por la que consideró inútil el paso dado por la Eurocámara.
"Tengo una mala noticia para la mayoría de izquierdas y pro-guerra del Parlamento Europeo que hoy aprobó, de una manera inútil, una resolución que condena a Hungría", dijo Varga en su cuenta de Facebook.
"Los preparativos de la presidencia de turno de Hungría del Consejo Europeo han avanzado mucho", añadió.
La ministra, que anteriormente había afirmado que la Eurocámara no puede decidir sobre este asunto, recordó que la próxima semana llegará a Budapest una delegación del Consejo Europeo para asesorar a los líderes húngaros sobre cómo presidir reuniones.