El Frente de Liberación Nacional Corso (FNLC) se ha atribuido la autoría de 16 atentados sin víctimas cometidos en los cuatro últimos meses, en un mensaje dirigido en particular al Gobierno francés y a los nacionalistas moderados que están al frente del Ejecutivo regional.

En un comunicado enviado al diario Corse Matin, el grupo reconoce ser el responsable de una serie de ataques que causaron únicamente daños materiales, esencialmente en residencias secundarias propiedad de personas que viven fuera de Córcega, en coches de agentes de las fuerzas del orden, en un camping y en dos empresas de construcción.

La inmensa mayoría de esas acciones fueron incendios provocados, y no deflagraciones de explosivos, como solía ser más corriente en el pasado.

En su comunicado, el FLNC rinde homenaje al histórico terrorista Yvan Colonna, que murió a finales de marzo como consecuencia de una brutal agresión que sufrió por parte de otro detenido (integrista musulmán) en la prisión de Arles, donde purgaba su pena por haber asesinado en 1998 al principal representante del Estado en Córcega, el prefecto Claude Erignac.

Pero más allá de eso, el grupo clandestino se muestra particularmente crítico con el presidente del Ejecutivo regional corso, el moderado Gilles Simeoni, y con su equipo, a los que reprocha marginar a otros nacionalistas.

Al mismo tiempo, carga contra "la actitud de menosprecio y condescendencia de Francia" en vísperas de un viaje los próximos 21 y 22 de julio a la isla del ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, que es quien se encarga de las negociaciones sobre una posible evolución de la autonomía de la isla.

El grupo terrorista repite sus diatribas habituales contra "la colonización" por la llegada de poblaciones no autóctonas, con "la carrera a la construcción" que a su juicio destruye el entorno con fines especulativos, contra "el consumo de droga" o contra el control del sector turístico por "grupos franceses".

En su declaración, subraya que "lo que mata ahora al pueblo corso es Francia y el sistema económico mundial y una parte de nuestro pueblo, que se ha hecho cómpice. Hay que cambiar totalmente de paradigma. Es lo que se espera del gobierno nacionalista".

También reclama a Simeoni que se encargue de federar a los nacionalistas "para construir el camino hacia la autodeterminación buscando sinergias en Córcega y en Europa más que en Francia".

Se trataría de llegar a una negociación basada en tres principios: "el reconocimiento oficial del pueblo corso, la puesta en marcha de una autonomía política transitoria inmediata y el acceso a la autodeterminación en un plazo de cinco años con la definición del cuerpo electoral".

Simeoni, que no pretende obtener la independencia sino un estatuto de autonomía, querría en particular transferencia de competencias como la fiscalidad, la acción frente a la especulación inmobiliaria o ciertos dispositivos de desarrollo económico.