- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea, Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá escenificaron ayer su unidad frente a Rusia en una reunión en la sede del Consejo Europeo, donde mostraron también su apoyo a su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba.
“Estamos afrontando juntos una guerra elegida por (el presidente ruso Vladímir) Putin, no provocada, injustificada y con consecuencias horribles para gente real, padres, madres, niños. Estamos comprometidos a todo para detenerla”, dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken a su llegada a la reunión, que se celebró en Bruselas tras un encuentro de los aliados de la OTAN.
También el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, manifestó que los socios occidentales permanecen “unidos para pedir que se pare esta guerra”, en la que “los rusos están bombardeando todo, hospitales, casas, escuelas, y matando a muchos civiles”.
“Es de vital importancia que adoptemos las sanciones más duras posibles, queremos ver más, hacer todo lo que podamos para apoyar al pueblo ucraniano”, dijo la ministra británica, Liz Truss, insistiendo en la “unidad” de los aliados ante la “terrible” invasión de Ucrania.
En la misma línea, su homóloga canadiense, Mélanie Joly, aseguró que su objetivo para los encuentros en Bruselas está siendo garantizar que se pone “la máxima presión sobre Rusia” y valoró el trabajo “extensivo” que ha llevado a cabo en las últimas semanas con Borrell en relación con la invasión rusa de Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, dijo que el ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia supone una “nueva señal de alarma” y “añade un sentido de urgencia” sobre un conflicto que afecta no solo a Ucrania, sino a todos los europeos. “Podríamos ser impactados por un accidente o una fuga en la instalación que libere radiación que multiplique los volúmenes de lo que ocurrió en Chernóbil”, señaló.
No está previsto, aun así, que los responsables políticos acordaran un nuevo paquete de sanciones contra Moscú. Las principales medidas consisten en congelar de los activos del Banco Central ruso en territorio comunitario, desconectar del sistema SWIFT a una gran parte de entidades financieras y paralizar los fondos del presidente ruso, del ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y de diversos oligarcas rusos.
“Por el momento se han adoptado tres paquetes de sanciones que ya muestran cómo se golpea al círculo de poder de Putin. Económicamente, financieramente, pero, sobre todo, políticamente. Putin ha conseguido que su país se quede aislado”, declaró la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock.
Por su parte, el titular de Exteriores rumano, Bogdan Aurescu, dijo que pondrá sobre la mesa “el asunto de ayudar a la República de Moldavia a hacer frente a la crisis, porque se necesita la consolidación de la ayuda para Moldavia”.
Más sanciones. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó ayer que la guerra en Ucrania está “lejos de terminar” y advirtió de que la Unión Europea, junto a Estados Unidos, siguen dispuestos a adoptar “más medidas” si Rusia no detiene su ataque militar contra el país vecino. “Sabemos que este conflicto está lejos de terminar. Seguimos dispuestos a adoptar más medidas si Putin no se detiene y revierte la invasión”, afirmó Von der Leyen en una comparecencia conjunta con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien señaló que “los esfuerzos deben ser duraderos” y los aliados “tenemos que mantenernos unidos hasta el final”.