- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea exigieron ayer a Rusia el cese de todas las operaciones militares en Ucrania y la retirada de sus tropas de este territorio, al tiempo que responsabilizaron a Moscú de “este acto de agresión y de toda la destrucción y pérdida de vidas que causará”.

“El ataque militar de Rusia contra Ucrania -un Estado independiente y soberano- es una violación flagrante del derecho internacional y de los principios fundamentales sobre los que se asienta el orden internacional basado en normas”, dijeron los países de la UE en un comunicado conjuntos, incluyendo Hungría, que tras unas dudas iniciales se sumó a la condena a Putin.

Los Veintisiete acusaron a Rusia de optar de manera unilateral por “una escalada grave y premeditada” de una crisis de seguridad provocada por el propio Moscú y reafirmaron que su respuesta a la invasión incluirá “medidas restrictivas tanto sectoriales como individuales coordinadas plenamente con nuestros socios transatlánticos y afines”.

“Exigimos que Rusia cese inmediatamente las acciones militares, retire incondicionalmente todas las fuerzas y equipos militares de todo el territorio de Ucrania y respete plenamente la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania. Ese uso de la fuerza y la coacción no tiene cabida en el siglo XXI”, dijeron.

“Con sus acciones militares no provocadas e injustificadas, Rusia está violando gravemente el derecho internacional y socavando la seguridad y la estabilidad europeas y mundiales”, advirtieron.

En una declaración previa del alto representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell, el bloque comunitario instó también a la comunidad internacional a que “exija a Rusia el fin inmediato de esta agresión, que pone en peligro la paz y la seguridad internacionales a escala mundial”.

La UE condenó también la participación de Bielorrusia en el ataque y le pidió “cumplir sus obligaciones internacionales”, al tiempo que reclamó a Rusia que respete el derecho internacional a la hora de permitir el acceso de la asistencia humanitaria para quien lo necesite.