- La muerte accidental el pasado sábado de una joven por una bala perdida en una zona de caza de jabalíes reabrió ayer en Francia el debate sobre esa práctica, con la petición de algunos candidatos a las presidenciales de abril de que se restrinja los fines de semana y vacaciones escolares.

“Todo esto es una catástrofe espantosa que nos debe hacer reflexionar. La caza no debe ser posible el fin de semana y durante las vacaciones escolares. Debemos parar también la venta de las armas más potentes”, dijo el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.

En esa misma línea se había pronunciado el sábado el ecologista Yannick Jadot, que también aspira a las presidenciales. “Debemos regular esta actividad. ¡Es urgente!”, señaló con un mensaje acompañado de un sondeo según el cual seis de cada diez franceses son partidarios de prohibirla el fin de semana y durante las vacaciones escolares.

Entre los candidatos de derechas la defensa de la caza y de los cazadores es más fuerte. “Me niego y me negaré a que cualquiera os prohíba cazar”, sostuvo el ultraderechista Ériz Zemmour, mientras que la candidata conservadora Valérie Pécresse pidió que se dejara de “cazar a los cazadores”.

El peso electoral de los cazadores es importante y por eso la caza forma parte habitualmente del debate político francés durante la campaña. “Entre los titulares de un permiso de caza y los pescadores, así como sus familias, llegamos a diez millones de electores”, apuntó ayer en el semanal Le Journal du Dimanche el presidente de la Federación Nacional de Cazadores (FNC), Willy Schraen.

En 2020-2021, según la cadena BFM TV, se registraron en Francia 80 accidentes de caza, con ocho muertos.

“Quienes quieren prohibir la caza todos los fines de semana, todos los días festivos, realmente quieren la interdicción completa de la caza. Cada muerto es un muerto de más, pero esa cifra también quiere decir que puedes ir a pasear por la naturaleza sin riesgos”, indicó ayer en ese canal Thierry Coste, consejero político de la FNC.