- La policía de París prohíbe la entrada de las llamadas marchas por la libertad en la ciudad y advierte de las fuertes sanciones a las que se exponen sus convocantes y participantes. Varias manifestaciones contra las restricciones sanitarias se están organizando en distintos puntos de Francia para converger en París esta noche para entrar en la capital mañana para bloquearla, de forma similar a los convoyes de la libertad, que mantienen bloqueada la capital canadiense, Ottawa, desde hace ya varios días.
El prefecto de policía de París aprobó ayer una medida que “prohíbe tales manifestaciones” desde hoy hasta el lunes próximo, ambos días incluidos. Un comunicado de prensa de la prefectura anunció esa decisión, que va acompañada de la advertencia de que obstaculizar una vía abierta a la circulación publica puede suponer hasta dos años de prisión, 4.500 euros de multa, la inmovilización y confiscación del vehículo y la suspensión del permiso de conducir por un máximo de tres años. Además, los organizadores de una manifestación prohibida pueden ser castigados con hasta seis meses de cárcel y 7.500 euros de multa.
El prefecto de policía de París “ha dado consignas de firmeza a las fuerzas de seguridad hacia cualquiera que contravenga estas disposiciones”, añade la nota.
Las autoridades pondrán en marcha un dispositivo específico de seguridad “para impedir los bloqueos de las carreteras, sancionando y arrestando a los que contravengan esta prohibición de manifestación”, agrega.
La protesta comenzó a tomar forma a través de las redes sociales a finales de enero, donde el grupo de Facebook “convoy de la libertad” ha recibido ya el apoyo de hasta 330.000 personas opuestas a las medidas sanitarias del Gobierno.
Los manifestantes, que engloban a parte de los llamados “chalecos amarillos”, que desde 2018 llevan mostrando su descontento con las políticas del presidente Emmanuel Macron, comenzaron a reunirse en ciudades como Brest, Perpiñán, Lille, Estrasburgo o Niza, desde donde ponen rumbo en sus vehículos a París. El objetivo es ir sumando adeptos en el camino, que cuentan recorrer a baja velocidad, para desembocar en una gran manifestación en la capital, donde todavía no tienen un lugar especificado de concentración.
A diferencia de lo que ha sucedido en Ottawa, por ahora no parecen contar con el respaldo de los camioneros.
En Canadá, una caravana de vehículos de manifestantes opuestos a las medidas para contener la covid trató de obstaculizar el tráfico en torno al aeropuerto internacional de Ottawa, señalaron las autoridades de la capital canadiense. La Policía informó que había conseguido que una docena de camiones abandonasen una zona residencial de la ciudad, al tiempo que recordó que el bloqueo de las calles es un delito penal y que los propietarios de los vehículos pueden ser arrestados.
Advertencia
Las autoridades de la ciudad-estado de Berlín anunciaron ayer que pasarán a la ofensiva para tratar de impedir los bloqueos de carreteras por parte de activistas por el clima, que en las últimas semanas han protagonizado más de 30 acciones de este tipo en la capital alemana. La consejera del Interior berlinesa, Iris Spranger, informó de que la policía intentará a partir de ahora prevenir los bloqueos, que calificó de “inaceptables”, antes de que se produzcan.