- Nada está cerrado en Portugal a menos de una semana de las elecciones. Los socialistas mantienen el liderazgo, pero el PSD crece; el primer ministro portugués y líder socialista, Antonio Costa se abre a pactar con la izquierda, y los partidos pisan el acelerador en la calle pese a la pandemia, que deja un millón de confinados en el país.
Las últimas encuestas arrojan todavía más incertidumbre al ya de por sí complejo panorama para las legislativas del domingo.
Los socialistas se mantienen sobre el 34% y el centroderechista Partido Social Demócrata (PSD) sube hasta el 33%, apenas un punto de diferencia en el sondeo diario de CNN.
Pese a ser orientativas, las cuentas son llamativas y meten presión en la campaña, que se calienta en su recta final con una cargada agenda de actos públicos poco recomendables en tiempos de pandemia. El voto de los confinados, que podrán ir a los colegios electorales en la última franja horaria -entre las 18.00 y las 19.00 horas-, y de los indecisos -alrededor del 15% según las encuestas- marcará la elección.
“Con certeza, vamos a tener que hablar con todos”, admitió ayer António Costa, que abrió así la puerta al diálogo y los pactos con la izquierda.
“Nunca rechacé conversar con el Bloque de Izquierda”, agregó Costa en una entrevista con la emisora católica Renascença, en la que subrayó: “Nunca tuvimos ninguna puerta cerrada al Bloque”. La declaración responde a la invitación de la candidata del BE, Catarina Martins, a “trabajar en una agenda de medidas y metas” para la legislatura.