- Los principales líderes de la izquierda francesa se reunieron ayer sábado para tratar de unir fuerzas de cara a las elecciones presidenciales de 2022 y tener así alguna oportunidad de plantar cara a Emmanuel Macron o Marine Le Pen, los candidatos más fuertes.
La reunión, que duró varias horas, se produjo a iniciativa del líder ecologista Yannick Jadot y tras la publicación de varios sondeos en las últimas semanas que señalan que ninguno de los posibles candidatos de la izquierda o la ecología lograría pasar a la segunda vuelta.
“¡Esta primera reunión valió la pena! Es el primer escalón de una gran escalera”, dijo Yannick Yadot tras el encuentro y anunció que habrá un segundo a finales del mes de mayo.
La idea de cotejar los resultados de las discusiones con los ciudadanos y de fijar un “contrato de gobierno” y un “pacto legislativo”, según Yannick Yadot, quedaron claras en esta reunión, mientras que la posibilidad de presentar un candidato común parece ser el punto que menos apoyos suma.
El encuentro aglomeró hasta a seis formaciones de izquierda (socialistas, ecologistas, radicales, Place Publique, Générations y Nouvelle Donne), pero la destacada ausencia de lo líderes del Partido Comunista y La Francia Insumisa, del candidato más apoyado a la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, complica la tarea.
El socialista Olivier Faure indicó en la emisora France Info al cierre del encuentro que el objetivo del mismo es “acabar con las divisiones”.
“Había algunos que querían ir más lejos y otros que simplemente han venido a reclamar un combate común, sobre todo contra los objetivos del Gobierno actual como el paro, las jubilaciones o las libertades públicos”, dijo Faure, confiado en que hay un “espacio” libre que puede ser conquistado.
Precisamente uno de los comentarios difundidos por una parte de los izquierdistas es responder al electorado más defraudado y escéptico por los políticos.
El Partido Socialista, cuyo candidato en las última elecciones, Benoît Hamon, logró apenas un 6% de los votos, es el principal defensor de un candidato común.
“Vamos a avanzar, no es posible ponerse de acuerdo en todo en una reunión”, dijo un esperanzado Hamon, que tras el fracaso de las presidenciales fundó el partido, Générations.
De momento, el partido ecologista mantiene sus primarias en septiembre y, según uno de sus dirigentes, Julien Bayou, discutirán una posible organización hasta entonces.
La socialista Anne Hidalgo, alcaldesa de París, también se había dado hasta el otoño para decidir si será candidata a presidencial o no.
“La idea es establecer las bases de un trabajo que tendrá varias fases, sobre todo una en otoño que proponga a los franceses una coalición y, por qué no, una candidatura común”, dijo Hidalgo ayer sábado.
Según algunos participantes, hay un diagnóstico común sobre la posición de debilidad en la que se encuentran los partidos de izquierda y el peligro de la extrema derecha, que según las encuesta volverá a estar en la segunda vuelta, tras superar una primera eliminatoria que deja a los franceses ante solo dos opciones.
De gira por América Latina, el candidato Jean-Luc Mélenchon no estuvo presente ayer sábado aunque sí hubo representación de los insumisos, Éric Cocquerel, quien ya previno el viernes contra las grandes expectativas.
Tanto su partido como los ecologistas son los más reacios a la idea de un posible candidato común.
Tampoco parecen atraídos por esa idea los comunistas, cuyo candidato, Fabien Roussel, debe ser validado por los militantes del partido el próximo domingo, 9 de mayo.