París - La huelga contra la reforma del sistema de pensiones en Francia alcanzó ayer su jornada 29, superando el que había sido el paro más largo en la historia de la compañía nacional de trenes gala, SNCF, en 1986 y 1987, de 28 días.

A nivel nacional, prácticamente la mitad de los trenes del país fueron anulados de nuevo, mientras que en la capital solo dos líneas de metro funcionan con normalidad y las trece restantes están abiertas parcialmente durante las horas de más tránsito.

Tras la declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado martes, donde se mostró firme en su voluntad de mantener la reforma, el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, llamó este miércoles a la huelga al conjunto de los franceses con movilizaciones a nivel nacional hasta que se retire el proyecto. “Instamos a todos los franceses a que se movilicen, a ponerse en huelga, porque frente a una presidente que juega a la autocomplacencia y que considera que todo va bien en el país, la señal de alarma debe ser más fuerte”, dijo Martinez.

Además, la CGT llama también a bloquear las refinerías el 7 y 10 de enero, un acto que sería “ilegal”, según avisó la secretaria de Estado de Economía, Agnès Pannier-Runacher.

Sin acuerdo Aunque las negociaciones entre Gobierno y sindicato se retomarán el próximo 7 de enero, la confianza en hallar un acuerdo parece perdida, y las asociaciones sociales esperan que la movilización del 9 de enero, respaldadas ya por gremios como el de abogados, permita mostrar que el movimiento puede mantener su fuerza. A lo largo de este mes, la CGT ha recolectado más de un millón de euros en concepto de apoyo a los huelguistas, con el apoyo de más de 18.000 donantes, a lo que se suman nuevas cantidades.

En la Gare de Lyon, representantes sindicales entregaron ayer a los conductores que se manifestaron un nuevo cheque de 50.000 euros. - Efe