Varsovia - El partido gobernante en Polonia, el nacionalista de derechas Ley y Justicia (PiS), demostró ayer que sus resultados en las elecciones generales del domingo son mejores que los de hace cuatro años, signo del apoyo de los polacos a su política de gasto social y a su visión nacionalista frente a la UE. Con el 99,5 % de los votos escrutados, Ley y Justicia se confirma como el partido hegemónico en Polonia con un 43,8% de los sufragios, lo que en principio debería permitirle revalidar la mayoría absoluta lograda en los pasados comicios de 2015, cuando obtuvo el 37,5% de los apoyos.

A falta del escrutinio total, el resultado obtenido por PiS es el mejor jamás logrado por un partido político en los 30 años de democracia polaca tras la caída del comunismo y, como novedad, la alianza de izquierda vuelve al Parlamento tras cuatro años de ausencia al conseguir un 12,5% de los sufragios. La Coalición Ciudadana, de corte liberal de centro-derecha, obtiene el 27,2% de los votos y se consolida como primera fuerza de la oposición, aunque totalmente eclipsada por Ley y Justicia. Cierran el arco parlamentario el Partido Campesino y su aliado, el populista Kukiz15, con un 8,6%, y los ultraconservadores y extremistas de Confederación, con un 6,8%.

Llama la atención el buen resultado de Confederación, un partido antisemita y homófobo, liderado por el polémico Korwin Mikke, el mismo político que copó las primeras planas por defender en el Europarlamento que las mujeres deberían ganar menos que los hombres.

Para la politóloga y profesora de la Universidad de Varsovia Anna Sroka, los resultados de PiS son buenos, aunque se quedan por debajo de lo que esperaban sus líderes para poder cambiar la Constitución. “Los parlamentarios de PiS no alcanzan por sí solos la mayoría de dos tercios del Parlamento, necesaria para poder cambiar la Constitución, y ni siquiera pactando con Confederación podrían lograr esa mayoría”, explicó a Efe esta experta. El cambio en la Constitución permitiría a PiS limitar aún más el aborto o cerrar definitivamente la puerta a derechos como el matrimonio homosexual, recuerda Sroka.

“merecemos más” “Hemos logrado muchos apoyos, pero merecemos aún más para poder llevar a cabo nuestro proyecto”, declaró el líder de PiS, Jaroslaw Kaczynski, tras los primeros sondeos a pie de urna. En todo caso, el resultado de estas elecciones confirma el éxito de las políticas de PiS, especialmente de sus generosas ayudas sociales a las capas más desfavorecidas de la población, hasta ahora marginada de los beneficios de más de treinta años de crecimiento económico.

Entre esas ayudas destaca el Programa 500+, calificado de “populista” por la oposición liberal, que otorga un sueldo mensual de 500 zlotys (unos 125 euros) por cada hijo a todas las familias. Otras medidas que promueven valores tradicionales, según PiS, como obligar a los comercios a cerrar los domingos o adelantar la edad de jubilación, han sido criticadas hasta la saciedad por la oposición liberal y sus medios de comunicación afines, sin que eso haya hecho mella en el electorado de Ley y Justicia.

A PiS tampoco le han pasado factura las grandes manifestaciones organizadas por la oposición contra sus polémicas reformas, calificadas de antidemocráticas por la Comisión Europea, especialmente contra la reforma del sistema judicial. La Comisión Europea puso en marcha 2017 el artículo 7 contra Polonia, un proceso legal que podría retirar a Varsovia su derecho a voto en la UE debido a esa reforma, lo que motivó fuertes manifestaciones contra el Gobierno de PiS, aunque las protestas han ido apagándose poco a poco hasta convertirse en marginales.

En la Coalición Ciudadana creen que el próximo retorno a la arena política polaca de Donald Tusk, el actual presidente del Consejo Europeo e histórico dirigente de los liberales polacos, podría ser decisivo para derrotar a Ley y Justicia en las elecciones presidenciales de 2020.

Ley y Justicia también se ha impuesto en el Senado polaco, donde el escrutinio parcial le da el 47,71 % de los votos, frente al 35,46% de la Coalición Ciudadana y el 5,74% del Partido Campesino. La participación ha sido del 61%, mucho más alta que la registrada hace cuatro años, cuando apenas el 50 % de los polacos acudieron a las urnas.