Brighton (Inglaterra) - El Partido Laborista británico prometió ayer una revolución en el mundo del trabajo, con más derechos sindicales y una semana laboral de cuatro días, mientras trata a marchas forzadas de consensuar una postura sobre el Brexit. En el congreso anual de la formación, que finaliza mañana en Brighton (sur de Inglaterra), el portavoz de Economía, John McDonnell, dijo que, si el partido llega al poder en unas posibles elecciones anticipadas, eliminará los empleos precarios y fomentará el cooperativismo y una economía verde. Los laboristas reintroducirían los “plenos derechos sindicales”, mermados por progresivos Ejecutivos conservadores; un sueldo mínimo de 10 libras (12 euros) por hora y leyes para que los trabajadores tengan algunas acciones y se sienten en los consejos de administración de las empresas.
Reducirían además a 32 horas la semana laboral en un plazo de diez años, sin pérdida de sueldo, lo que implicaría, como primer paso, revocar la actual exención de este país de la directiva laboral europea. Para abordar la crisis climática, crearían un Consejo de inversión sostenible, destinarían 250.000 millones de libras (unos 285.000 millones de euros) a proyectos verdes y legislarían a fin de promover las “finanzas verdes” en el sector financiero.
Las propuestas económicas, muy aplaudidas por los afiliados, lograron disipar momentáneamente las divisiones que vive el partido sobre su estrategia para la salida de la Unión Europea (UE), que se decidirá más tarde mediante la votación de una serie de mociones. El líder laborista, Jeremy Corbyn, que hasta ahora se ha mostrado ambiguo en un intento de no cerrarse puertas, está bajo gran presión de las bases para que declare la formación públicamente y sin ambages partidaria de la permanencia en el bloque. Si llega al poder en unas posibles elecciones anticipadas, el laborismo ha dicho que negociará un nuevo acuerdo para la retirada de la UE y convocará un referéndum para que los ciudadanos escojan entre ese pacto o permanecer en el bloque. - J.Mora