Lampedusa - Los migrantes rescatados por el Open Arms y desembarcados en Lampedusa el 20 de agosto esperan conocer en qué país de la UE serán reubicados, mientras el buque Audaz de la Armada española ya está fondeado junto a la isla italiana para recoger a los quince que España se ha comprometido a acoger.
El barco militar está “a la espera de recibir instrucciones”, según ha declaraba ayer a Efe el capitán de corbeta y comandante de la nave, Emilio Damiá Marqués. “Ahora el buque se encuentra listo para recibir a las personas que tenemos que trasladar a territorio nacional. Estoy a la espera de instrucciones, en contacto directo con mi mando”, señalaba.
La partida de quince de estos migrantes a España es parte del acuerdo de reparto fijado por la Comisión Europea, en el que también participan Alemania, Francia (que se hará cargo de 40), Luxemburgo y Portugal.
El buque partió el martes de la base de Rota (Cádiz) con la misión de hacerse cargo de las personas rescatadas por el Open Arms y acompañar al barco al puerto de Palma de Mallorca. Pero casi simultáneamente a su partida el fiscal de Agrigento (isla italiana de Sicilia) ordenó desembarcar a los 83 inmigrantes que quedaban a bordo del Open Arms y retener la nave humanitaria, en el marco de la investigación que ha abierto a instancias de la ONG por un delito de secuestro de personas y por omisión y negativa a actos de oficio contra miembros de la Administración.
Mientras, el barco de la ONG, tras el desembarco de los migrantes, navegó hasta Sicilia, donde el jueves fue inmovilizado por las autoridades italianas, tras comprobarse una serie de “anomalías graves”, por lo que no podrá volver a navegar “hasta que se hayan corregido”. La ONG informó de que subsanará todas las anomalías de la embarcación con la mayor brevedad porque su intención es volver al Mediterráneo para seguir salvando vidas “tan pronto sean subsanadas y concluyan las diligencias dependientes de la Fiscalía de Agrigento”.
La Guardia Costera subió a bordo para realizar una inspección y explicó en un comunicado que encontró “anomalías graves relacionadas con la seguridad de la navegación, el cumplimiento de la legislación sobre protección del medioambiente marino y la capacitación y familiarización de la tripulación con los procedimientos de emergencia proporcionados a bordo”. Por eso, el Open Arms no podrá salir del puerto siciliano del municipio de Porto Empedocle “hasta que se hayan corregido “.
La ONG subsanará las anomalías detectadas que, según la onegé, se limitan a los separadores agua-aceite y las embarcaciones de rescate, y volverá a zarpar para “proteger vidas en el mar”. “Tan pronto sean subsanadas y concluyan las diligencias dependientes de la Fiscalía de Agrigento, continuaremos con nuestra misión de proteger vidas en el Mediterráneo”, afirman. - Efe