El emprendedor Erdman Doumbé vivió en 2015 una de las experiencias que moldearían su futuro negocio cuando se trasladó de Bélgica a España gracias al programa Erasmus para Jóvenes Emprendedores (EYE), que en sus diez años de vida ha conectado a 7.000 empresarios de diferentes países europeos. “Mi objetivo era ir a una cultura diferente para entender la mentalidad de negocios de allí”, explica a Efe Doumbé, que aplicó su experiencia en un proyecto que recién estaba empezando a moldear y que ahora ha convertido en una empresa dedicada a comunicación, marketing y eventos sobre música urbana con sede en Bruselas. El lugar escogido fue Barcelona, donde aprendió sobre gestión empresarial durante seis meses de la mano de su emprendedora de acogida, Cecilia Tham, y que pudo sufragar gracias a la ayuda recibida por el programa Erasmus para Jóvenes Emprendedores, financiado por la UE.

En esta iniciativa pueden participar nuevos emprendedores con el objetivo de crear su propio negocio o que lo hayan hecho en los últimos tres años y quieran ser tutorizados por empresarios experimentados que tienen en propiedad o dirigen como socios una pequeña o mediana empresa en los países participantes. En sus diez años de vida, la iniciativa europea ha establecido más de 7.000 conexiones entre diferentes emprendedores y el 36% de ellos ha conseguido crear un negocio, como en el caso de Doumbé, que durante su estancia en Barcelona aprendió “sobre herramientas de gestión empresarial” que él sigue usando ahora.

“También me permitió crear relaciones empresariales, por ejemplo, conocí a la persona que me hizo el diseño de mi web actual allí”, aseguró Doumbé, que durante su intercambio fue el coorganizador de un festival creado por la empresa de su mentora. “Puse en practica un montón de cosas teóricas que conocía”, recordó Doumbé, quien nunca había tenido la oportunidad de llevar sus “ideas a la práctica” y que pudo “aprender haciendo”, como por ejemplo “cómo gestionar un equipo con diferentes trabajadores o cómo redactar una petición de patrocinio”.

Hasta el momento en el programa participan 39 países, pero a pesar de ello los nuevos empresarios provienen sobre todo de dos estados, Italia, con el 22,33%, y España, con el 20,69% de los emprendedores, aunque también de Rumanía (6,06%), Grecia (4,86%) o Polonia (4,57%). Según datos del proyecto, el 61% de las personas que se registran en el programa buscan ser emprendedores, mientras que un 39% de los que se inscriben son futuros mentores, la mayoría de ellos en España con un 20,91% y en Italia, con un 15,59%.

Para Doumbé no será su última experiencia con el programa, ya que a partir del año que viene quiere formarse para ser empresario de acogida. “Quiero compartir mi experiencia, porque los emprendedores jóvenes tienen otra forma de pensar”. “A mí me pasó con mi mentora”, explica Doumbé, “aprendimos el uno del otro”.

Añade que el trabajo de los empresarios de acogida también pasa por “ayudar a desarrollar su plan de negocio o a hacerle crecer su red de contactos”, una oportunidad que puede ser muy interesante para trabajadores establecidos que quieran ampliar sus negocios en el extranjero o descubrir ideas innovadoras.

El programa EYE subvenciona la estancia de nuevos empresarios en todos los ámbitos, pero entre los que más presencia tienen se encuentran la promoción y medios (15%), los servicios educativos (10%), la arquitectura y construcción (10%) o las TIC (8%).