Un régimen fiscal diseñado para atraer a las grandes fortunas extranjeras es una de las claves que mantiene a Londres como una de las ciudades predilectas de los superricos, a pesar de las incertidumbres del Brexit. La amplia oferta de lujo de la capital británica y los reputados colegios privados del Reino Unido completan un paquete que seduce a numerosas familias de Oriente Medio enriquecidas con el petróleo y a empresarios de todo el mundo.
El año pasado, se mudaron a Gran Bretaña unas 400 personas con unos activos personales de más de 30 millones de dólares (26,5 millones de euros), conocidas en el argot financiero como individuos de “valor neto ultra elevado” (UHNW, en inglés), según un informe de Credit Suisse. El desbordado poder adquisitivo de los más ricos ha disparado el precio de la vivienda en amplias zonas del centro de Londres, donde las propiedades alcanzan con facilidad los 10 millones de libras (5,65 millones de euros), hasta un récord de 160 millones de libras (180 millones de euros), registrado en 2018. La inflación inmobiliaria es tan aguda que los británicos adinerados que tradicionalmente vivían en barrios como Chelsea y Kensington se están viendo desplazados a suburbios residenciales más alejados del centro.
Según la lista de los más ricos del Reino Unido que publica cada año el diario The Times, los indios Sri and Gopi Hinduja lideran el ranking de millonarios del país, con una fortuna de 22.000 millones de libras (24.860 millones de euros). En los primeros puestos aparecen asimismo los suecos Kirsten y Jörn Rausing (12.256 millones de libras o 14.980 millones de euros), el uzbeco Alisher Usmanov (11.330 millones de libras o 12.800 millones de euros) y el ruso Roman Abramovich (11.221 millones de libras o 12.680 millones de euros).
Fiscalidad atractiva El régimen fiscal británico permite a los extranjeros con grandes fortunas no hacerse contribuyentes en el Reino Unido, a pesar de residir en el país, lo que ha hecho de Londres un ecosistema especialmente atractivo para los cerca de 5.000 superricos de todo el mundo que viven en las islas británicas. “Tenemos un sistema de impuestos que está diseñado para animarles a venir aquí y gastar su dinero”, indica Robert Palmer, director ejecutivo de la organización Tax Justice UK.
El polémico estatus conocido como non-dom (no domiciliado) permite a los extranjeros mantener su domicilio oficial en otro país. “Eso significa que los ricos non-dom no deben pagar por sus ganancias o ingresos obtenidos fuera del Reino Unido. La mayoría de ellos no tienen muchos beneficios en el país, han venido para gastar, así que prácticamente no pagan impuestos aquí”, señala Palmer. “Al mismo tiempo pueden vivir en la ciudad y adquirir propiedades. Es un sistema muy atractivo para aquellas personas con muchos recursos”, agregó el responsable de una organización dedicada a promover la redistribución de la riqueza y unos “servicios públicos sólidos”.
La presión desde diversos sectores ha llevado al Gobierno británico a matizar las ventajas fiscales para las fortunas extranjeras en los últimos años. Se han establecidos límites temporales para el estatus de non-dom y se cobran cuotas para mantenerlo en algunos casos. “Aún así, los millonarios que pueden venir a Londres pagan pocos impuestos y disfrutan todos los beneficios de vivir en un país desarrollado, con un Gobierno fuerte que garantiza ventajas como el Estado de derecho y las infraestructuras”, subrayó Palmer.
Lavado de dinero Londres no solo atrae a los poseedores de grandes fortunas obtenidas de manera legal, sino que también mantiene una de las redes de lavado de dinero más activas del mundo, con vínculos en los sectores financiero e inmobiliario, según asegura la organización Transparency International UK. Más de 100.000 millones de libras (113.000 millones de euros) en “bienes ilícitos” pasan por el Reino Unido cada año, según estima esa organización.
“Este país tiene unas sólidas leyes y regulaciones contra el lavado de dinero, pero se hace poco para que se cumplan”, afirma a Efe un portavoz de Transparecy International UK. En torno a 4.400 millones de libras (5.000 millones de euros) de procedencia sospechosa se han invertido en el mercado inmobiliario del Reino Unido, señala ese portavoz, que advierte de que esas cifras pueden ser “solo la punta del iceberg” del problema del dinero negro. La organización asegura que ha identificado 766 compañías pantalla radicadas en el Reino Unido, involucradas en 52 casos de lavado de dinero y corrupción.
el impacto del ‘brexit’ La incertidumbre en la que está sumido el Reino Unido por su próxima salida de la Unión Europea (UE) no ha afectado por ahora a las mayores fortunas, pero sí ha tenido un impacto en miles de extranjeros acomodados. Más de 80.000 foráneos con más de un millón de libras en activos (1,13 millones de euros) se han mudado al Reino Unido desde la década de 1990, una tendencia que se ha revertido en los últimos dos años, después de que el Brexit ganara el referéndum de junio de 2016.
Entre 2017 y 2018, el Reino Unido ha perdido a 7.000 de esas personas, descritas en términos financieros como “individuos de alto valor neto” (HNWI, en inglés), según un informe de la consultora New World Wealth. “Londres ha sido durante muchos años un centro atractivo para que migraran los HNWI. Sin embargo, esa tendencia parece haber cambiado en los últimos dos años, porque prefieren mudarse a otras ciudades internacionales como Sídney, Melbourne, Nueva York, Ginebra y San Francisco”, comenta Andrew Amoils, autor del informe.
Además del Brexit, la consultora cita los cambios en el modelo impositivo británico, así como los altos niveles de “criminalidad” y el “incremento de las tensiones religiosas” como otros factores que ponen en peligro el estatus de Londres como imán global para la riqueza.