El cairo - El presidente de Francia, Emmanuel Macron, lamentó ayer la muerte de once personas desde que empezó el movimiento de protesta de los chalecos amarillos en noviembre pasado, pero destacó que ninguno de ellos murió por las fuerzas del orden. “Lamento que once de nuestros conciudadanos murieran durante esta crisis (...) pero ninguno de ellos fue víctima de las fuerzas del orden”, recalcó el jefe de Estado francés junto al presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, en el palacio Itihadiya, en El Cairo.

Las protestas de los chalecos amarillos, que surgió como un movimiento de protesta contra el alza de los precios del combustible que ha ido creciendo con reivindicaciones variopintas, continúan en Francia y han suscitado una polémica por denuncias de represión policial. La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, estudia en París las posibles vulneraciones de los derechos humanos durante este movimiento de protesta.

Las armas que sirven para lanzar pelotas de goma, uno de los elementos disuasorios utilizados por la Policía, están siendo objeto de controversia en Francia, ya que los chalecos amarillos las consideran peligrosos para la seguridad de los manifestantes. El uso de esos proyectiles por parte de las fuerzas del orden ha sembrado la polémica en el país ante las acusaciones de haber lesionado a manifestantes en el pasado, lo que ha hecho que los agentes fueran hace tres días equipados por primera vez con cámaras con el objetivo de que sus intervenciones queden registradas. - Efe