Roma - El medio centenar de inmigrantes rescatados hace más de dos semanas por dos barcos de ONG alemanas continúan en el Mediterráneo sin poder desembarcar, en medio del cruce de acusaciones entre el Gobierno de Italia y la Unión Europea (UE).
“Ha bajado (el número) de desembarcos, han bajado los permisos humanitarios. Querer es poder, yo no me rindo ni un milímetro, adelante”, escribió ayer en Twitter el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, con la etiqueta #stopinvasione.
El líder de la ultraderechista Liga se reafirmaba así en su posición de no permitir la entrada de esos barcos de rescate a puertos italianos, al tiempo que calificaba de “vergonzosa” la actitud de las instituciones de la UE. “No cederemos al chantaje.
Dos navíos de ONG están en aguas territoriales de Malta: las personas a bordo deben desembarcar en La Valeta”, señaló Salvini. “Evidentemente, la lección de humanidad solo va dirigida a Italia”, añadió.
Tampoco se movió de sus posiciones el otro vicepresidente del Gobierno italiano, el líder del antisistema M5E, Luigi Di Maio, quien ayer había ofrecido acoger a las mujeres y niños rescatados, en total diez personas.
“Quiero recordar a los amigos de las ONG que no disponen de las vidas de los inmigrantes. Ellos los han llevado hasta la costas de Malta, Italia está diciendo que está dispuesta a acoger a las mujeres y niños que llevan en el mar dos semanas. Ninguna ONG se puede oponer al salvamento de estas vidas”, afirmó Di Maio.
Aunque ambos líderes italianos han manifestado públicamente en las redes sociales su división en este asunto, ambos están de acuerdo en culpar a Malta y a la UE en general por endosar a Roma el problema. “Estamos preparados una vez más para dar como siempre una lección de humanidad a toda Europa”, refirió Di Maio en Facebook.
A la espera de puerto Las naves son el Sea Watch 3 de la ONG homónima, que navega bajo bandera holandesa -y que salvó el pasado 22 de diciembre a 32 inmigrantes-, y la Profesor Albrecht Penck, de Sea-Eye, que rescató a otras 17 personas el 29 de diciembre, ambas permanecen desde entonces a la espera de un puerto seguro.
Di Maio criticó ayer que “Europa se desentienda” y avanzó que Italia “no puede seguir cediendo a esta extorsión”.
“Esta Europa así no funciona, la cambiaremos con las próximas elecciones europeas. Pero los niños no pueden pagar el precio de una Europa que mira a otra parte para no ver”, señaló.
Entretanto, el alcalde de Nápoles, Luigi di Magistris, que ha ofrecido ese puerto para que desembarquen los inmigrantes en claro desafío a Salvini, se reafirmó ayer en su compromiso.
“Estamos viviendo una de las páginas más indignas que un Gobierno de la república italiana haya escrito en toda la historia de este país”, aseguró.