Bruselas/Londres - Durante la cumbre bilateral entre España y Portugal celebrada ayer en Valladolid, fuentes del Ministerio español de Exteriores señalaron que se había alcanzado un acuerdo entre Madrid y Gibraltar de cara a la inminente salida del reino Unido de la Unión Europea. Este acuerdo estaría al margen de las negociaciones oficiales sobre el Brexit. El ministro español del ramo, Josep Borrell había amenazado a Londres con bloquear la aprobación del Brexit, para el que hace falta unanimidad, si no se acordaba la situación del Peñón tras el Brexit. El clima de optimismo se trasladaba posteriormente a Bruselas, donde el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, mantuvieron a última hora de ayer en Bruselas, una reunión en la que alcanzaron “muy buenos progresos”, aunque no especificaron en qué ámbitos. “Se alcanzó un muy buen progreso en el encuentro entre el presidente Juncker y la primera ministra Theresa May. El trabajo continúa”, dijo una portavoz de la Comisión al término del encuentro.
La reunión comenzó poco después de las 17.30 horas y May fue vista saliendo del edificio de la Comisión en torno a las 19.20 horas, si bien no hizo declaraciones a la prensa.
Estaba previsto que ambos políticos dedicaran el encuentro a intentar sellar los documentos que los líderes de los Veintisiete deberán aprobar en su cumbre extraordinaria del próximo 25 de noviembre, si bien algunos países han acogido con reservas el acuerdo sobre el Brexit.
Antes de llegar a Bruselas, la primera ministra británica, Theresa May, advirtió del “riesgo” de que no haya Brexit si el Parlamento rechaza el principio de acuerdo alcanzado con la UE para la salida del Reino Unido, lo que traería, alertó, más “incertidumbre” al país.
Antes de viajar a Bruselas, la líder conservadora compareció en la Cámara de los Comunes, en la que volvió a defender el pacto aprobado a nivel técnico entre Londres y Bruselas. En los últimos días, políticos de la oposición y diputados conservadores euroescépticos adelantaron que votarán en contra del acuerdo cuando sea tramitado en el Parlamento, en el caso de que sea respaldado antes por los 27 en la reunión del Consejo Europeo de este domingo en Bruselas. La alternativa a no contar con el consenso suscrito con el bloque comunitario supondría “o bien más incertidumbre, más divisiones o podría poner en riesgo el Brexit”, alertó en un momento en el que se alzan las voces pidiendo otro referéndum sobre esta cuestión.
“Instrucciones del pueblo” En una agitada sesión parlamentaria, May insistió en que defiende “los intereses nacionales” y recalcó que el Gobierno ha recibido instrucciones del pueblo, a través del referéndum del 23 de junio de 2016, para negociar la retirada del país de la UE.
La posibilidad planteada por May sobre el riesgo de que no haya Brexit fue mencionada ayer por la ministra británica de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, al declarar a la BBC que “cualquier cosa” puede pasar si los diputados no respaldan el documento.
“Si no es aprobado, cualquier cosa puede pasar. Los brexiteers (políticos que apoyan la salida) pueden perder su Brexit”, declaró la ministra, antigua titular de Interior.
“Creo que la gente mirará con cuidado al abismo, diputados de todos los partidos, y considerarán si creen que (el acuerdo) va en el mejor interés de todo el país. Yo creo que lo más probable es que, a pesar de lo que se diga, el Acuerdo de Retirada (como se denomina el texto) será votado”, insistió Rudd. - Efe