Hace unos meses aceptó el reto de ponerse delante de las cámaras a diario, y no se arrepiente; más bien al contrario, está disfrutando. Es consciente de que la información sobre la pandemia está sobredimensionada, pero también lo es que una cadena pública no puede soslayarla y pasar sobre ella de puntillas.

Comenzó en septiembre en Qué me estás contando

Surgió, como surgen todas las oportunidades, y después de haber estado tantísimos años en la radio, incluso antes de los 20, porque ya estaba en ella cuando estudiaba en la uni. En la tele sí que he hecho cosas antes, pero había estado esporádicamente, nunca había estado en un programa diario y de tan larga duración.

¿Y ha notado el cambio?

Mucho, pero estoy a gusto y disfrutando cada momento. Es un programa que te deja ser tú misma, el equipo es estupendo y es una nueva experiencia. Empecé con la temporada y está siendo todo muy intenso. Sé que el directo tiene un punto diferente a un programa grabado, muy diferente, pero después de tantas horas en directo en la radio te acostumbras.

Los directos en radio y en televisión dan la impresión de ser muy diferentes.

Sí, por supuesto que son diferentes, pero la radio me ha dado muchas tablas. Cuando pisas un plató te das cuenta de que todo lo que has hecho anteriormente te está sirviendo. Estuve 15 años en Gaztea haciendo muchas horas de emisión, después en Euskadi Irratia y los tres últimos años en Onda Vasca en Gipuzkoa haciendo el magacín de la desconexión, que duraba dos horas. Me he dado cuenta de que tantas horas ante los micrófonos me han dado un bagaje del que he podido echar mano cuando he llegado a la televisión. Me veo suelta y a gusto en plató.

La televisión es voz más imagen, lo que supone mayor exposición, y a veces puede llegar a la incomodidad.

Pero ahora la radio también es imagen. Ahora, muchas emisoras lanzan sus programas a través de streaming y se puede ver la radio además de escucharla. Antes, cualquier emisora era mucho más anónima y se diferenciaba de la televisión en eso, pero ahora todo es imagen. Y si no es por streaming, se comparten continuamente vídeos de lo que has dicho. La imagen está en todos los lados.

¿Le reconocen por la calle? Suele ser una consecuencia de salir en televisión...

Vas con mascarilla, lo que a veces te hace irreconocible incluso para los que te conocen más allá de la televisión. Con la pandemia estoy haciendo muy poca vida social, por no decir nada. Solo salgo a pasear con mis hijos y mi marido, y poco más.

"La tele me está dando una gran oportunidad en plena pandemia y estoy encantada"

¿Qué es lo que más le gusta de la televisión?

Me está tocando hacer tele en unos momentos en los que pasamos por una situación diferente, difícil y rara. No es lo mismo hacer un programa solo de entretenimiento, un programa amable, que estar informando continuamente sobre la realidad que vivimos. Un programa como el que hacemos por las tardes en ETB-2, con todo lo que está cayendo, me parece una oportunidad para intentar dar mensajes de otra manera.

¿Se puede contar la realidad de maneras diferentes?

Sí, por supuesto que sí, se puede intentar que no sea tan dura, aunque hay que decir que realmente a mí me parece que todo está siendo durísimo, una tragedia. No tratamos de contar una realidad como esta de una forma dulce porque no se puede, pero sí añadiendo elementos que nos ayuden a comprender mejor lo que está pasando. Intento aportar cada día algo y también que los mensajes no sean de miedo, que sean tranquilizadores, no crear alarmas innecesarias.

¿Es fácil modular los tonos informativos en esta pandemia?

Fácil no hay nada. Sí que es posible tener un tono más sosegado, e incluso se le pueden poner sonrisas a la información que das. Se pueden contar las cosas de muchas maneras diferentes. Lo que sí puedo añadir es que la tele me está dando una gran oportunidad en plena pandemia y estoy encantada con la experiencia. No había pensado que me fuera a llenar tanto.

¿Y no echa de menos la radio?

Sigo siendo muy de radio. La radio tiene algo muy importante: que tú lo haces todo, diriges, redactas, realizas, hablas€ Eso logra que cada programa o proyecto de radio se convierta en algo muy personal, muy tuyo. En la tele cada programa depende de muchísima gente, para lo bueno y para lo malo. Claro que echo de menos la radio, pero la tele me está gustando mucho.

¿Siente nervios cuando el piloto rojo se enciende, o los ha superado en estos meses?

Eso no lo he superado ni en la radio, y mira la cantidad de años que llevo haciéndola. El directo es el directo, siempre te impone, y cuando vas a empezar la emisión surge ese puntito de nerviosismo.

¿Se ha quedado alguna vez sin palabras?

Nunca. Me he podido quedar algunos segundos en silencio, tocada por alguna entrevista que he hecho, pero no me he quedado en blanco. Espero no quedarme nunca sin palabras.

"Nos toca asumir que lo que está pasando es muy serio"

Aunque es de Leitza vive en Donostia desde hace muchos años. ¿Cómo es pasear por una ciudad que ha perdido la intensidad del bullicio?

Es triste, es una ciudad mucho más triste que antes, pero es triste todo lo que está pasando. Es un drama lo que ocurre, y tengo muy presente a esa gente que lo está pasando mal, que pierde el trabajo, que no sabe cómo va a salir de esta situación. También pienso en los enfermos de Covid, en las personas que han perdido a familiares€ Todas estas cosas las tengo presentes cuando salgo a la calle y cuando hago el directo en ETB. Ya pasará todo esto y volveremos a ver las calles con gente, pero hoy nos toca asumir que lo que está pasando es muy serio.

Acepta usted bien las restricciones, ¿no?

Es que no nos queda otra opción para que esto pase. Si no salimos a la calle tanto como antes, tampoco pasa nada; nos quedamos en casa viendo la tele o leyendo. También se puede disfrutar con un libro.

Oyentes, lectores y espectadores se quejan, al menos algunos sectores, de que estamos viviendo una sobreinformación de la pandemia.

Sí que la hay, hay demasiada información y estamos muy pendientes de los datos, pero estoy convencida, aún reconociendo eso, que hay que dar esos datos y que cada uno debe hacer el ejercicio de descanso que necesite. No es necesario estar pendiente de todas las informaciones que salen, pero debemos informar. Tú eres responsable de la información que recibes, porque eres tú quien decide hasta dónde quieres continuar. Hay que dosificar lo que estás dispuesto a escuchar, ver o leer, y desconectar de la pandemia. Si no, sería insufrible.

¿Hay que rebajar la intensidad de la información sobre este tema?

Euskal Telebista es una cadena pública y debe dar toda la información referente a este coronavirus. Otra cosa es que tú estés dispuesta a estar todo el día pendiente de ella. Además, en el programa contamos otras muchas cosas que no tienen que ver con la pandemia, aunque es justo reconocer que condiciona todo, y no solo en ETB, sino en todos los medios.

¿Se puede controlar para no crear miedos y alarmismo innecesarios?

Creo que eso se consigue según el tono que elija cada programa y depende también del carácter de las personas que están dando las informaciones. El comunicador siempre pone su sello a la hora de dar esa información o cualquiera otra.

También se atendrá a un guion y a una línea editorial...

En esta y en otras informaciones, por mucho que estén guionizadas, cada uno aportamos algo nuestro. Desde mi puesto de trabajo debo ser responsable, y si creo que se puede contar una información sin aterrar a la gente, debo hacerlo así.

Personal

Edad: 44 años.

Lugar de nacimiento: Leitza (Navarra).

Trayectoria: Durante quince años trabajó en la emisora joven de Euskal Irratia Telebista. Desde 2012 y hasta 2017 estuvo en Euskal Irratia, en los programas Kantu kontari y Blai. Los últimos tres años, hasta septiembre de 2019, fue la responsable del espacio de Onda Vasca Gipuzkoako kalenagusia. Ha colaborado en programas de la televisión vasca: Sorginen laratza, Festaburu, Begiagose, Finlandia y Dantzaren den herria. Ahora trabaja en Qué me estás contando.